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Historia de la Coca, una Hoja Andina

Publicado en Madre Tierra, Medicina el 03/02/2006 por admin

planta de coca
«Tenía en mis manos una de las primeras patentes registradas en Bolivia, y la pionera en lo relacionado al tema coca. La misma data de 1917 y la firmaba el presidente Gutiérrez Guerra. Por aquel entonces, la cocaína estaba legalizada.
“Por cuanto William H. Verner y Emilio Jerrarony, domiciliados en la ciudad de La Paz, han obtenido por los trámites legales privilegio para el ejercicio y la explotación del invento denominado ‘Nuevo método sistemático de extracción de la cocaína de las hojas de coca’. Por tanto se les confiere esta patente y registrada en el Ministerio de Industria les será bastante para el goce de los derechos inherentes a dicho privilegio por el término de 15 años”.

El viejo edificio gris de paredes blancas y despobladas de la Camacho, donde actualmente se ubica el Viceministerio de Industria y Comercio, alberga el documento en la biblioteca del Servicio Nacional de Propiedad Intelectual (Senapi). Privilegios Industriales, Libro I (1917-1925), primera página. Ahí estaba el curioso dato.

Y mientras en Bolivia se listaba este proceso, en Estados Unidos se venían otros vientos. En fechas cercanas, 1914, la Coca-Cola se vio obligada a dejar de utilizar cocaína en su mezcla. En aquel momento, la ofensiva empresarial y mediática del estadounidense Harvey Wiley —realizada desde 1912— precipitó la descocainización. Desde entonces, únicamente se usan las hojas de coca como saborizante y la famosa bebida ha perdido sus antiguas cualidades estimulantes. Perú y Bolivia fueron siempre su fuente principal de materia prima. La demanda, pese a todo, cada vez es menor. En 1985, Coca-Cola compró más de 500 toneladas de coca a Bolivia. En 1995, fueron tan sólo 204. Hoy, Colombia ha entrado en dura competencia de mercado con estos otros dos países.

Años antes, el vino francés Mariani —elaborado por Angelo Mariani en 1863— había vivido un proceso similar al de Coca- Cola. Su contenido de cocaína lo convirtió en la preferencia de reyes, magnates, artistas y estadistas. Tanto fue así que se comercializó con éxito en Europa y en Estados Unidos. Incluso el Papa León XII condecoró al producto con la medalla de oro del Vaticano.

Pero, como ocurrió con la Coca-Cola, llegaron las prohibiciones y el magistral vino —que contenía 0,12 gramos de cocaína por cada 28 de licor— terminó por desaparecer. En Bolivia, Evo Morales habló más de una vez de la existencia actual de un trago en el exterior elaborado a base de hoja de coca. Sin embargo, no dio más detalles.

Una tradición milenaria

Pero las anteriores son fechas recientes, ya que el empleo de la coca va mucho más allá de los siglos XIX y XX. Así lo demuestra, al menos, un reciente descubrimiento de hojas de coca con más de 500 años de antigüedad. El hallazgo ha venido de la mano del proyecto Chullpa-Pacha, de arqueólogos finlandeses y bolivianos, que examinaban una tumba en el sitio de Tara Amaya (provincia Los Andes). Casi fue una casualidad, porque estuvieron a punto de echar a la basura las hojas de coca que acababan de encontrar. En un primer momento, no se dieron cuenta de qué se trataba. Y es que éstas estaban negras, conformando una masa bastante homogénea, ocultas y apelmazadas entre el barro. Con todo, a pesar de las inclemencias del paso del tiempo, la descomposición y los robos, se habían conservado. “Según la datación relativa que hemos realizado, los túmulos corresponden al período entre el 1200 y el 1500 d.C.”, dice Jedu Sagárnaga, arqueólogo de profesión.

Es sólo un puñado de hojas que seguramente formaba parte del ajuar de uno o varios de los difuntos, pero que realmente está haciendo historia. “Nunca antes se había hallado coca en estas condiciones”, añade Sagárnaga. Eso da idea de que la coca se impuso mucho antes de la conquista española, pero probablemente tan sólo entre las altas castas sacerdotales. “Todo apunta a pensar en el uso de la coca en la época precolombina. Aunque el empleo masivo vino con la llegada de los españoles, cuando vieron sus propiedades de adormecimiento y multiplicaron la producción, sobre todo en los Yungas. De esta forma, se generalizó el consumo en las minas de Potosí y la coca se implantó en las capas sociales indígenas”.

Los otros productos

Muchas cosas han cambiado desde entonces. Ahora, la coca intenta abrirse nuevos mercados gracias a los productos derivados. Así, empresas como Ban-Llo, en La Paz, han tratado alguna vez de lucrarse con actividades enfocadas a ese campo. Pero a Ban-Llo, fábrica que dirigió Esteban Castrillo, no le funcionó la iniciativa y se vio obligada a cerrar. Su dentífrico Co-dent no tuvo éxito. Sus cosméticos, tampoco. Y el chicle, promocionado por el mismo empresario pero por distinta empresa, no estaba bien acabado y recorrió similar camino. Sin embargo, todos coinciden en que se han abierto puertas para apuntar ya hacia la introducción de la coca en otras modalidades. Entre ellas, medicinas, ungüentos y pomadas.

Precisamente, la tan mencionada Coca-Cola comenzó antaño a modo de elixir. En 1885, un farmacéutico de Georgia, llamado John S. Pemberton, creó un jarabe alcohólico con extractos de coca que hacía las veces de tónico estimulante. Al año, sustituyó el alcohol por extracto de nuez de cola, poniéndole el nombre de Coca-Cola. Por fin, en 1888 se le añadió agua carbonatada y en 1891 Asa Candler compró los derechos para fundar después, en 1892, la Coca- Cola Company en Atlanta. Hoy, no existe país donde la Coca- Cola no tenga una fuerte presencia.

Y no es de extrañar la importancia terapéutica de la hoja de coca, ya que se le atribuye un sinfín de propiedades. Su alcaloide —la cocaína—, aislado en 1858 por Niemann y Walter, se empleó en la medicina primero como efectivo anestésico y más tarde para la desintoxicación de heroinómanos.

Los expertos han catalogado las virtudes de la hoja en su estado natural, sin necesidad de grandes transformaciones. Según investigaciones etnobotánicas de 1997 dirigidas por médicos, químicos y biólogos del Centro de Estudios de Plantas Alimenticias y Medicinales de la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco en el Perú, la planta tiene muchas propiedades demostradas.

Estas son algunas: afrodisíaca, adelgazante, alucinógena, analgésica, anorexógena —quita el hambre—, antiasmática, antiemótica — contiene el vómito—, antiestrés, antiulcerosa, antipirética —baja la temperatura—, antiprurítica —combate la picazón— y astringente. No es todo, el estudio menciona otras cualidades más. Pero, ésta no es la única investigación que existe sobre la coca. Hay muchas más y se diferencian, sobre todo, en cuántas propiedades han hallado en la hoja. Unas hablan de mayor número de virtudes y otras, más bien, de un número muy limitado. Un tema, por cierto, polémico.

En cuanto a los valores nutricionales de la coca, la universidad peruana detectó altos niveles de calorías, proteínas, calcio, hierro, fósforo, vitamina A, vitamina E, vitamina B1 y B2, vitamina C y Niacina. ¿Es cierto que éstos superan los aportados por la papa, la yuca, la quinua, el maíz y otros productos? Según esa investigación, sí. Pero, una vez más…es un tema muy urticante.

En todo caso, la coca sirve como elemento parcial en la preparación de ciertos medicamentos y platos.

Y, como cuenta la leyenda, parece que fueron los mismos conquistadores quienes se buscaron su propia ruina frente al polvo blanco. La maldición decía: “Cuando el conquistador blanco tocar la hoja de coca, sólo encontrar en ella veneno para su cuerpo y locura para su mente y cuando la coca intente luego ablandar su corazón, sólo lograr romperlo como cristales de hielo demoler las montañas”.

Así, por la relación nefasta tejida entre la cocaína y la coca, hoy hasta un mate es visto con malos ojos

Fuente: Álex Ayala • Fotos: Ayzar Raldes /Fernando Cuéllar / Jamil Chávez Coca: Las curiosidades de una hoja/ La Razòn – La Paz, Bolivia – (Posted on Jan-26-2003)
Links: www.latinoseguridad.com/. ../Drogas/Coca.shtml
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Hierba del Clavo y su uso ancestral

Publicado en Medicina el 01/01/2006 por admin

LelintuEl Hallante, Leliantu o Hierba del clavo, según se le conoce actualmente, es una hierba perenne de la familia de la rosáceas y se la puede reconocer por sus hojas arrosetadas y de bordes aserrados. Sus flores son rojas o amarillas, de cinco pétalos y están dispuestas en panículas abiertas. Alcanza una altura alrededor de los 50 cms.

Esta Hierba fue utilizada antiguamente por los Mapuches, quienes la llamaban Leliantu, principalmente para curar los males estomacales e intestinales, usándose también para regularizar las menstruaciones y para aplacar las neuralgias dentales. Es un muy buen diurético y actualmente se le reconocen sus propiedades en el tratamiento de la hipertrofia de la próstata, prostatitis.

Breve Historia:

El conocimiento de esta planta se ha legado durante cientos de años, pasando así a ser uno de los exponentes mas populares de la herbolaria mapuche. Aunque originalmente se le llamaba Hallante y Leliantu, fue cambiando progresivamente de nombre debido a que su forma de aplicación se basa en el uso de la raíz, machacándola. Al hacer esto nuestra yerba expele un agradable olor, por lo que se la asoció a los Clavos de Olor, llegando a popularizarse bajo el nombre actual de Hierba del Clavo. Como dato histórico cabe consignar que ya en el año 1889 Murillo la mencionaba en sus crónicas, mientras que en sus escritos de 1917 el investigador Martín Gusinde vuelve a recoger el testimonio de su uso ancestral.

Composición Química:

Aunque no se han realizado demasiados estudios al respecto, se ha comprobado la presencia de taninos, así como dos componentes que serían los responsables de su fragancia: el eugenol y el aldehído cinámico.

La presencia de estos componentes ha permitido corroborar sus propiedades aperitiva, diurética y emanagoga.

Por último cabe mencionar que la sabiduría popular le asigna propiedades afrodisíacas y contra la impotencia masculina.

Modo de uso:

Se utiliza solamente la raíz, la cual se troza y hierve en medio litro de agua. Se bebe dos a tres veces al día.

Contraindicación:

Dada su condición de emanagogo se recomienda no utilizar durante el periodo de embarazo, puesto que en altas dosis el Leliantu puede resultar abortivo.

SeIk’nam, los Hijos del Infinito

Publicado en Medicina, Sabiduria el 01/01/2006 por admin

Selk’nam es el nombre con el que los habitantes nómades de Tierra del Fuego identificaban a su pueblo y cultura. El nombre Ona, otorgado por los Yagán y después popularizado durante la ocupación del territorio austral, era ajeno a la concepción que la propia cultura Selk’nam tenía de si misma.

Los Selk’nam eran un pueblo nómade que poseía una economía basada en la recolección y la caza. Recolectaban principalmente vegetales, frutos y hongos, los hombres cazaban guanacos y aves, también sobrevivían de algunos recursos marinos.

Estaban emparentados con los Aonikenk, también conocidos por los TeweIches, con quienes tenían un origen en común, sin embargo los SeIk’ nam en algún momento se habrían segregado y ocupado la actual Tierra de fuego.

La familia constituía el núcleo fundamental dentro de sus interacciones sociales, el matrimonio era monógamo aunque actualmente se sabe que, ocasionalmente, sí existieron matrimonios con un mayor número de mujeres. Ejercían un sistema de reciprocidad dentro del cual existen jerarquías en cuanto a roles de genero, reconocíendose, por sobre todos, al chaman quién poseía conocimientos especiales que eran muy admirados y respetados por la comunidad. Su misión y rol era la de curar. El poder de los chamanes proviene de las Cordilleras del Infinito, siendo solo los más poderosos quienes alcanzan a Witek, cordillera del este y origen de lo existente.

Cada familia se subdividía en cuarenta distritos familiares siendo los límites de sus propiedades conocidos por toda la comunidad. Para traspasar los límites de cada propiedad se requería el permiso y el consentimiento de cada habitante.

La cosmovisión Selk’nam, se plasma en el poder de las cordilleras invisibles del infinito, poder que permite la creación de la tierra y el firmamento, radicando en el primer antepasado, el cual crea y sustenta a la sociedad eternamente.

El cosmos Selk’nam se divide en cuatro puntos cardinales que representan el centro de cuatro Cielos del Infinito.

El Cielo del Norte es Kamuk; origina el viento y el mar.

El Cielo Sur es Keikruk: origina el viento sur

El Cielo Oeste es Kéikruk: origina al viento oeste.

El Cielo Este es Witek y es el origen de todo lo existente.

La muerte otorga un significado a la vida y la dota de permanencia: origina al hombre y mujer quienes son Hijos de la Muerte. La transmisión, enseñanza y legado, de su cosmovisión representa y eterniza su identidad consolidando sus tradiciones en la concepción dialéctica y complementaria de muerte y vida.

Witek, el origen de Temaukel

En las cordilleras mágicas del cielo radica la creación y la existencia del mundo, allí emerge Wintek, una de las cuatro cordilleras invisibles del infinito, donde el Temuakel ejerce el poder universal.

El Temaukel es el habitante del firmamento, es el ser antiguo, el espíritu puro e infinito que existía antes que los antepasados: es el espíritu eterno creado por la cúpula celestial.

Tenenesk, chaman Haush relató a Gusinde el momento de la creación, a continuación citamos el registro:

“… En un principio, nada. Sólo Temaukel, el primero de los howenh. Después, la cúpula celestial, el firmamento, desprovisto de estrellas. Algunos vacíos inmensos penetran quietamente el silencio. Una luz crepuscular rielaba en la superficie de la tierra informe, estremeciendo las penumbras inmóviles…. En la oscuridad de la noche, alrededor del fogón que ahora se ha reducido a puras cenizas inertes -el viejo levanta la mano señalando el firmamento repleto de estrellas y con voz trémula insiste- Así por encima de nuestra tierra, se extiende el cielo: detrás de él vive Temaukel”.

Posteriormente Temaukel enviaría a Kenos, el cual se mantiene alejado detrás de las estrellas, allí vive y habita eternamente. Kenos se encarga de distribuir las tierras y sustenta la vida eterna. Kenos representa al padre de los antepasados míticos y es , a su vez, el creador del lenguaje y de los significados que dan sentido y unicidad al mundo.

Acerca del ritual y la persecución chamánica, Kra y Kran

Los antepasados del hombre sol y la mujer luna, marcan una diferenciada y complementaria concepción de los roles de género dentro de la cultura Selk’nam.

Antiguamente los hombres estaban subordinados a un sistema matriarcal, la mujer tomaba las decisiones trascendentales dentro de la comunidad, siendo ellas quienes ejercían un rol de poder. Los hombres tenían la función de desempeñar las labores del tipo más cotidianas como cocinar, cuidar a sus hijos y mantener el fuego. Era muy difícil rebelarse porque el ritual del Hain, que realizaban las mujeres, les producía gran miedo. El Hain consistía en una ceremonia en que ellas pintaban su cuerpo y colocaban mascaras de cortezas sobre sus cabezas para simular ser los espíritus, logrando así mantener a través del tiempo y las generaciones, la fuerza que ejercían frente a los hombres, en una relación que se retro alimentaba al ejercer su prestigio, dominio y poder que se plasmaba en la mujer luna Kra.

Estas costumbres se mantuvieron por largo tiempo ya que los hombres no sabían que los espíritus eran mujeres disfrazadas, que se pintaban el cuerpo con pigmentos blancos, rojos y negros.

La mujer luna, Kra, es muy poderosa, es una chaman que puede causar el exterminio de los hombres y niños, por eso les prohíben mirar a la luna y sobretodo los eclipses porque representan el odio y la destrucción, aún así el chaman protegerá las vidas.

Respecto a la luna y citando el registro que tomó Gusinde: “Cuando su ira contra nosotros, los hombres, crece mucho, aparece totalmente teñida de rojo. Es entonces cuando devora nuevamente a los hombres, en especial a los niños. El color rojo que se puede apreciar en ella en esa oportunidad proviene de la sangre humana que consume». (Gusinde cit:577)

Cuando aparece la luna roja, el peligro de la muerte también afecta a los chamanes, quienes averiguan cual será la víctima de KRA, entonces la mujer luna se transforma en aguilucho, conocido como Waiyuwen, éste volará para visitar a la luna, la cual, en absoluta ira, arrojará un extracto de piel ensangrentada de un herido contra el chaman. La muerte del herido será muy lenta.

La sangre representa un líquido maléfico; el fluido involucra la venganza y es a su vez benéfico, ya que lava las impurezas impuestas sobre el linaje. Así se derrama la sangre de los ofensores, para descontaminar y restaurar el daño provocado por la violencia.

Un cadáver dentro de la comunidad se materializa como un tabú, ya que genera rechazo y repugnancia. Por ser estos cuerpos agentes contaminadoras y corruptos, a veces se evitaba que un animal consuma a un cadáver.

Fuentes: Textos de Gusinde, Chapman, Quiroz.

http://www.serindigena.cl/territorios/selknam/territorio_selknam.htm

* Mariana Muñoz es miembro de Ser Indígena y estudiante de Antropología de la Universidad Austral de Chile

Copyright:revista.serindigena.cl

La Magia Vigilada, Shamanismo Selk’nam

Publicado en Medicina, Memoria el 01/01/2006 por admin

SelknamEl Xo’on, shamán selk’nam

Cada haruwenh poseía un shamán denominado xo’on, temido y respetado por la comunidad, era considerado casi como un ser sobrenatural por su constitución distinta a la del resto de los hombres. Estaba hecho de «edredón» o plumones suaves (el waiyuwenh) que alejado del cuerpo de su poseedor es pequeño, pero dentro de aquel crece y se propaga adoptando exactamente su contorno.

El waiyuwenh le era transmitido al shamán en un sueño. Aquél era como un segundo «yo» que realizaba todo aquello que el shamán había planeado y era invitado a presentarse por intermedio del canto. Este canto era un poderoso auxiliar del shamán, él era quien conducía al rapto necesario de la conciencia para que entrara en comunicación con «las fuerzas». Este canto era uno y característico, pero, más que identificar al autor, el canto cumplía la función de introducir un estado excepcional por intermedio de modificaciones fisiológicas. Ellas producían una especie de «mareo», que podía aislar al shamán de los distractores y llevarlo así a la necesaria introspección.

La pintura facial y la cura

La principal ocupación del xo’on es la cura, ésta supone que el cuerpo del paciente ha sido violentado por un elemento extraño: el cwake (la enfermedad). Este cuerpo extraño era concebido generalmente como la intrusión provocada por un xo’on rival. Por ello la cura comenzaba con la pintura facial adecuada, pintura de guerra. El shamán estaba en guerra con la enfermedad. Se trataba de dos líneas aplicadas con el dedo y que iban desde las aletas de la nariz al nacimiento de las orejas; se aplicaban también tres puntos: dos en los pómulos, uno en el nacimiento de la nariz. Las demás líneas se aplicaban verticalmente en las mejillas. Después de esta operación, el shamán se acercaba al paciente que permanecía tendido a la entrada de la choza. Comenzaba una especie de danza, durante la cual el shamán escupía continuamente; y daba pesados golpes con los pies, acompañados de movimientos cadenciosos de brazos, todo esto alrededor del enfermo. Se creaba así un espacio ritual, el sitio de la lucha. Finalmente el xo’on se acercaba a su paciente lo exploraba detenidamente con la vista como si tuviera rayos X en los ojos, y comenzaba a masajear conduciendo el cwake a un lugar determinado del cuerpo desde donde era extraído por succión. Preferentemente se extraía un ratón pequeño, una punta de flecha ensangrentada o un plumón. Eran las manifestaciones visibles del cwake. Con un grito gutural se daba por terminada la sesión curativa.

El Poder Conjurado

Los Selk·nam la mayoría de las acciones condenables provenían de shamanes femeninos. Las dos crueles mujeres que gobernaron en el pasado lo hicieron amparadas en su poder de xo’on. La luna (Kree) había engañado a los hombres haciéndoles creer que su poder de hechicería tenía un carácter divino y por lo tanto inmutable. Taita, por su parte, también amparada en su poder de xo’on les impidió salir de caza (a los Selk·nam) condenándolos a la hambruna.

La Magia Vigilada

El shamán Selk´nam se ocupaba de introducir el dolor de su paciente en un sistema de pensamiento afín al enfermo. El dolor orgánico tenido por irracional debía por ello ser llevado a un universo con sentido.

«La cura consistía en volver pensable una situación dada al comienzo en términos afectivos. Y hacer aceptables para el espíritu los dolores que el cuerpo se rehúsa a tolerar. Que la mitología del shamán no corresponde a una realidad objetiva carece de importancia: la enferma cree en esa realidad, y es miembro de una sociedad que también cree en ella. Los espíritus protectores y los espíritus malignos, los monstruos sobrenaturales y los animales mágicos forman parte de un sistema coherente que funda la concepción indígena del universo. La enferma los acepta o, mejor, ella jamás los ha puesto en duda. Lo que no acepa son dolores incoherentes y arbitrarios que, ellos sí, constituyen un elemento extraño a su sistema, pero que gracias al mito el shamán ya a reubicar en un conjunto donde todo tiene sustentación». (Levi-Strauss, 1973).

Fuentes: La Medicina entre los Selk’nam de la Tierra del Fuego

Alfredo Prieto, Arqueólogo del Instituto de la Patagonia.

Boldo, plata medicinal mapuche

Publicado en Medicina el 01/01/2006 por admin

BoldoBoldo (Peumus boldus)

Antes de la llegada de los españoles, el boldo era una planta ampliamente usada por varios grupos indígenas del país. Específicamente, los mapuches “atacaban al reumatismo y las luxaciones con el boldo” (Gusinde, 1917).

El boldo es una planta altamente valorada por sus efectos medicinales, y desde comienzos del siglo pasado, ha recibido la atención de naturalistas y científicos. Actualmente, el uso del boldo se encuentra difundido prácticamente en toda la población del territorio nacional, así como en muchos lugares del mundo. De hecho, es la especie nacional más difundida a nivel mundial, ya que tiene comprobadas propiedades curativas, las que además resultan excepcionales, pues posee, al mismo tiempo, alcaloides, aceites esenciales y flavonoides.

Entre los alcaloides que contiene el boldo, se destaca la boldina, que estimula la producción de jugos gástricos y de bilis, aumenta la secreción de urea y ácido úrico, y tiene un efecto ligeramente hipnótico. Dentro de los aceites esenciales, se ha encontrado eucaliptol, ascaridiol y p-cimol, sustancias de propiedades antiinflamatorias y carminativas. Las propiedades del boldo pueden resumirse en las siguientes: es un estimulante de la digestión, es colagogo y colerético. También tiene propiedades sedantes sobre el sistema nervioso. Hay coincidencia entre todos los investigadores en estas propiedades medicinales, aunque hay otros que también sugieren el uso del boldo para otros problemas de salud, como por ejemplo, para aliviar molestias dentarias, dolores reumáticos, etc.

USOS

Infusión: (como estimulante digestivo y sedante nervioso)

Se prepara con algunas hojas de boldo, sobre las cuales se agrega agua hervida.

Se toma caliente, de preferencia después de las comidas.

Cataplasma: (neuralgias y dolores reumáticos)

Se cuecen hojas en una pequeña cantidad de agua y luego se aplican sobre la zona adolorida, afirmadas con un paño limpio.

Baño: (para los dolores reumáticos)

Se hace hervir un puñado grande de hojas en un tiesto, con dos o tres litros de agua. Luego, se cuela y se agrega este líquido al baño.

La indicación es bañarse durante media hora a 35 º C. (Se puede agregar una taza de sal de mar y una cucharada de bicarbonato.)

Fuente:

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Hierbas Medicinales Mapuche

Publicado en Medicina el 01/01/2006 por admin

00000078 constrain 160x200Weychafeke Lawen – Plantas fuertes

Según la medicina mapuche, existen cuatro tipos de hierbas curativas: Weychafeke Lawen (plantas fuertes), las «füshku lawen» (plantas suaves), «reke lawen» (planatas nativas de uso común pero dífíci les de obtener) y las rukake lawen» (de uso común).

En esta oportunidad les mostraremos las hierbas fuertes.

Weychafeke Lawen – Plantas fuertes

Palgiñ o Palqui: se usa como contra (para desviar o debilitar energías negativas provocadas, por lo general por envidia). También se utiliza para bajar la fiebre, alivar el dolor de muelas y la parálisis, en este último caso se friega el cuerpo mezclando hojas de planta con yema de huevo.

Chakay o Espino blanco: como contra. Se usa para la gastritis o problemas estomacales.

Küla o Quila: para las rogativas. También, su savia para curar afecciones a los ojos.

Kurü Mamüll o Palo negro: como contra. En infusiones se usa para las disfunciones menstruales y para problemas de indigestión y acumulaciones de gases.

Foye o Canelo: árbol sagrado de los mapuche. Se usa como contra, en ceremonias nocturnas (Machitun) y diurnas (Nguillatun), machacaduras, baja la presión arterial. Contiene gran cantidad de vitamina c. Es antiescorbútico.

Wülwe o Contrayerba, huilhue: como contra y para empacho, » para hacer correr el cuerpo»

Refü o Tomatillo: como contra. Se usa para friegas corporales y para aliviar los los fríos internos.

Trafen Trafen o Quebracho: como contra, para niños ojeados y con mal.

Triwe o Laurel: como contra. Para friegas corporales(caliente). En el Machitun se planta en casa del enfermo y se le pone alternadamente con canelo, en la cabeza y pies. Puntadas de aire, se pone caliente.

Trupa o Tabaco del Diablo: como contra en machitunes. Se usa como anestésico en los dolores de muelas, ya que su savia es muy fuerte.

Fuente:

Conocimientos y Vivencias De dos Familias Wenteche Sobre Medicina Mapuche.

Mapuche Lawentuwün Epu Reyñma Wenche Ñi Kimün Mew.

Autores Mapuches: Luis Alberto Huaiquimil Mulato Elvira Carmen Pichun López Francisca Caniulaf Pichun José Quidel Lincoleo Zoila Maria Hinostroza Cea Olga Ines Alchao Hinostroza Segundo Ceferino Caniulempi Painevil Marcelina Pichun López

Autores no Mapuches: Teresa Duran Pérez Enrique Hauenstein Barra

Medicina Quechua

Publicado en Medicina el 01/01/2006 por admin

YatiriSalud y Medicina Tradicional

Para el quechua el origen de muchas enfermedades es misterioso, por tanto para diagnosticarlas y curarlas deberá recurrir simultáneamente a explicaciones y remedios de tipo cósmico ancestral -incluyendo una rica tradición en el manejo de la farmacopea andina-, a los conceptos médicos que trajo la Colonia, y a los de la ciencia moderna.

El campesino que disminuye riesgos agrícolas sembrando muchas especies en muchos lugares y tiempos distintos, actúa con esta misma racionalidad ante la enfermedad.

Curaciones

La concepción autóctona no distingue entre enfermedades-curaciones de tipo mágico y otras de tipo natural, es mucho más unitaria, como un sistema de relaciones entre el cuerpo, sus varias almas, la sociedad y el cosmos lleno de seres tan vivos y reales como nosotros, como partes inseparables que componen un todo armónico. La medicina andina asume una ideología globalizadora de cuerpo y espíritu, persona, sociedad y cosmos; posee curas naturales, cuidados personales y remedios rituales que facilitan la respuesta adecuada del enfermo andino.

Yatiri

El especialista para el diagnóstico y la curación de todo tipo de desorden físico-psíquico-cósmico (incluidas las enfermedades) es el yatiri (el que sabe), su especialización puede incluir procesos de aprendizaje pero en última instancia es de orden sobrenatural, por haber sido tocado por el rayo o haber recibido poderes superiores ya desde el nacimiento. Es a la vez médico, adivino y sacerdote. Domina los recursos rituales, aunque conoce también los naturales. Dentro de estos el jampiri o qulliri (el que cura) está especializado en enfermedades y tiene un amplio conocimiento de las plantas y otros recursos naturales medicinales.