Luces en la Infancia Andina
Llevamos cinco semanas viviendo a 2000 metros de altura sobre el nivel del mar, en la comunidad de Guañacagua que significa “quebrada seca” en JAQI ARU “la lengua humana”, el idioma del pueblo aymara. Hasta donde hemos llegado para iniciar el proyecto sobre Infancia Andina, denominado NIÑEZ AYMARA: PARTICIPACIÓN CREATIVA E IDENTIDAD. Iniciativa regional de los países andinos, en los que participan Ecuador, Bolivia, Argentina, Perú y Chile. En nuestro país la ONG Ser Indígena es la entidad responsable y así es como hemos llegado hasta Guañacagua, comuna de Camarones, que es nuestra entusiasta contraparte local.
La localidad de Guañacagua, con su escuela y su jardín étnico Membrillito, se encuentran en el valle de Codpa, en la provincia de Parinacota, extremo norte de Chile. Esta aldea se compone de una pequeña plaza, seis callecitas, una escuela unidocente, el jardín étnico, conformado por 12 párvulos. Diecinueve niños, cinco bolivianos, seis de segunda generación boliviana y dos de segunda generación peruana constituyen la comunidad escolar. Los párvulos provienen de Codpa, Guañacagua y sólo uno de Chitita, aún más lejos subiendo entre cerros.
Se destaca en este pequeño mundo «urbano», su iglesia y campanario de estilo barroco -construída a comienzos del 1600- elaborada con piedras ensambladas, y revestida de adobe emblanquecido, tal como ancestralmente los aymara construían sus UTAS (casas).
Existe también un cementerio, una cancha de baby football, el motor a petróleo que permite que tengamos luz todos los días de siete de la tarde a nueve de la noche, gracias a la puntualidad y fidelidad de Don Samuel. Importante son los cerros que nos rodean, el río que riega las terrazas que forman las chacras de cultivos, cuya principal producción son las de frutas, tales como cítricos, guayabas, paltas, la uva (con la que hacen un vino dulce llamado Pintatani), membrillos, alcayotas, maíz, habas, locoto, caigua. Es poco lo que se cultiva en cuanto a hortalizas y verduras.
Socialmente la comunidad está organizada en una junta de vecinos, un centro de madres y el centro de adulto mayor que lleva por nombre Corazón de Oro, son los más activos y se hacen presentes con sus bailes originarios en actos e intercambios con otros centros de adultos mayor de las comunas vecinas.
Lana es oro
La lana es difícil de conseguir, ya que los marchantes (caravanas de llamas) no circulan desde hace ya tres décadas aproximadamente, por lo que debemos conseguirla por otros medios, lo que no es fácil.
Uno de los objetivos inmediatos es conseguir unos buenos kilos de lana de alpaca, en Tulapalca, ubicada hacia el interior. Para ello hay que coordinar una reunión en el centro de madres, sede que está sin uso desde el año pasado, y hacer una colecta para la compra del material. Elaborar los telares de estaca es fácil y nos hemos comprometido en buscar las varas.
Niños que Vuelan: talleres de expresión y creatividad
El taller de Dibujo, Pintura y Expresión Plástica Infantil, está enfocado hacia la comprensión y valorización de los niños en relación a su entorno, enfatizando el desarrollo de la autoestima (autorretrato de rostro, cuerpo y alma). Todo lo cual se realizará mediante un análisis creativo-observacional del mundo rural (las chacras y su básico sistema agropecuario), el mundo urbano (arquitectura de la aldea y como sienten la urbanización), y finalmente, el mundo espiritual y cosmovisión (expresión de sus sentimientos y emociones con respecto a su núcleo familiar y comunitario).
El Taller de Telar de distintos materiales, tiene como finalidad familiarizarlo y vincularlo en el aprendizaje escolar (tejidos de papel crepe y lana.) y destaco que la señora Lola Vicechoque, amablemente abrió uno de sus colchones para darme un poco de su lana, que es de alpaca cien por ciento, para hilar).
El objetivo es recrear textiles tradicionales y ejercitar la preparación de la lana, desde el vellón pasando por el hilado y teñidos. Para esto el papel crepe es de mucha ayuda, ya que reforzamos el tema del color y gracias a su docilidad, los niños pueden hacer lulos, simulando el hilado con una PUSCA (nosotros lo conocemos como huso) de cañita, aunque no es una idea original, algunos niños la reconocen inmediatamente cuando la aplicamos, jugando, en esta actividad.
También nos proponemos retomar y desarrollar el arte textil del AGUAYO, como prenda central de la estética y códigos de comunicación entre los integrantes de la comunidad, además de producir tejido de alta calidad para su comercialización.
Con respecto a los quince núcleos familiares, con los que convivimos a diario, es vital que enseñen a los niños del jardín infantil, elementos referenciales e íconos de la cultura aymara, tanto en la estética como en el contenido de sus representaciones. Como por ejemplo: sistemas de convivencia, actividades cotidianas, tradicionales y rituales; flora y fauna; artes y oficios (textilería, albaliñería, alfarería, lakitas); y rescate de la medicina ancestral (hierbas medicinales) estableciendo un paralelo entre las hierbas introducidas y sus propiedades curativas y las originales de esta tierra.
Así nos vamos integrando a las actividades de esta pequeña comunidad y contribuyendo a fortalecer sus prácticas ancestrales, ayudando a la tía Angelina Choquehuanca que está a cargo del Jardín Membrillito y trabaja con esmero en preparar a los niños andinos del sector, que bien podrán sentirse orgullosos de no haber perdido su cultura ancestral y para entonces podamos reconocernos como un país multicultural de verdad.
* Tania Muñoz es monitora local del Proyecto Infancia aymara e Identidad: participación creativa y miembro de la Comunidad Ser Indígena.
10/05/2006 at 9:36 pm
HOLA
GRACIAS, SU INFORMACIÓN ME HA SERVIDO MUCHO PARA UN TRABAJO DE INVESTIGACIÓN SOBRE LAS COMUNIDADES DE CODPA Y SU ORIGEN LENGUA, LEXICO, ETC, ESTA TODO MUY COMPLETO, FELICITACIONES ES UNA GRAN PROFECIONAL.
SE DESPIDE CORDIALMENTE DE USTED ELIZ
ESTUDIANTE DE CASTELLANO UNIVERSIDAD TARAPACÁ
15/05/2007 at 2:07 pm
Felicidades
El articulo esta excelente, describe en parte lo que es la realidad a diario en el Valle de Guañacagua.
Ojalá este tipo de investigaciones se realice con mas frecuencia.
28/08/2007 at 6:41 pm
🙂 muy bueno…hoy escuche la charlade un aymara y o sabia cuan milenaria y llena de secretos era esa cultura