Rosa Yagán
En Chile, los Yaganes, habitantes nativos del Cabo de Hornos en el extremo austral, fueron extinguiéndose lentamente, hasta la muerte de la última de la raza de los Wollaston –una de las tribus yaganas- en 1983 Su nombre en lengua yámana es Lakutaia le Kipa, pero se hacía llamar Rosa Yagán, frente a los extranjeros a su pueblo:
“Todo esto vi desde niña y hasta que se fueron acabando mis paisanos. No puedo contarlo bien, porque me faltó escuchar a las veteranas cuando era chica; hoy estaría atenta, allí, aprendiendo. Ellas sabían explicarlo.
Yo cuento lo que he visto.” (p.38)
“Soy la última de la raza de los Wollaston. Eran cinco tribus yaganas, cada una de distinta parte, pero dueñas de la misma palabra (…) Todos me conocen como Rosa, porque así me bautizaron los misioneros ingleses. Pero me llamo Lakutaia le kipa. Lakuta es el nombre de un pájaro y kipa quiere decir mujer. Cada yagán lleva el nombre del lugar en que nace y mi madre me trajo al mundo en la bahía de Lakuta. Así es nuestra raza: somos nombrados según la tierra que nos recibe. (…) Eso sí, a nadie le faltó el bautizo de Mister Williams en la misión de Tekenika.” (p.15)
La periodista Patricia Stambuk recoge el testimonio de la vida de Rosa Yagán y su comunidad. A partir de entonces “Lakutaia le Kipa está venciendo la muerte del olvido” ya que “…Sus palabras se han convertido en el mensaje final de una raza que ha desaparecido para siempre del planeta” (Stambuk 2004, contratapa).
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