Los Colores del Kumiri y la Wiphala

Publicado en Sabiduria el 10/02/2006 por admin

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Los abuelos del alma mundo enterrados en nuestras comunidades rurales deben tener sus ajayus (almas) tristes. Ellos, sumidos en este desdén, que, desde la llegada del hombre blanco a nuestras tierras, ha diezmado, enterrado y arrinconado nuestras posibilidades de desarrollo.

Este se desencadena por la constante explotación de los recursos que nuestra pachamama (madre tierra) abriga, y por la ciega y ruda sub valoración de nuestra forma de vida (suma khamaña), otrora fuentes de nuestras riquezas, y semillas plantadas en la sayaña (campo) cósmico del futuro, albergando en su cosecha, el mensaje de sustentabilidad que el hombre contemporáneo debería leer y aprehender para su subsistencia.

Este triste sentimiento que desgarra las antiguas chullpas (tumbas) se acrecienta aún más, por la sesgada actitud de los hijos de la tierra, quienes con el pasar del tiempo han abandonado las prácticas espirituales y sagradas que son en sí, la fuente fundamental de nuestra filosofía e ideología andina.

No debería extrañarnos los sinnúmeros de fenómenos naturales y accidentes en las comunidades que son causados ya sea por explicaciones lógicas, como por hechos sobrenaturales que se enmarcan más bien en lo religioso, místico y sacro de nuestra creencia como andinos.

Los «pagos» y ceremonias sagradas son hoy reemplazados por híbridos agasajos comunitarios traducidos más bien como actitudes de opulencia económica media y alta, que sentencian la desconexión total o parcial de los hombres con la vida en comunidad y en torno a los valores de la sagrada pachamama.

Como quebradeño (de origen en la quebrada o valle andino) no puedo desconocer un mea culpa actual: no sería justo hablar de la historia sin dejar de culpar a sistema y culparnos a nosotros mismos.

La raíz del problema de desconexión con nuestras raíces, si bien se desencadena con la oleada emigrante que la crisis de 1929 sacó de nuestros poblados, se acrecienta también con esa áspera fusión que dice haber nacido en la pampa salitrera, y que en cuyas remembranzas desconoce, de manera cómplice con la historia y sus interlocutores, la incidencia de la raza andina en toda su mixturada cultural que hoy se representa.

telar ay El destino no podía ser menos estratégico, si consideramos que los mayores yacimientos mineros se encuentran en las regiones de depresión intermedia y valles altoandinos, sectores donde la escasa demografía da razón del párrafo anterior, y que además son, hoy por hoy, terrenos “abandonados” y muchos de ellos en manos del Fisco.

Pero, no son más que terrenos muertos por no considerarse provechosos para un “desarrollo económico”, concepto aprendido en las aulas y universidades que el sistema alimenta y que son el horizonte común de toda expresión capitalista y de aprovechamiento que hoy reclamamos con sentimiento, pero con poca consecuencia.

Quizá ya antes del Tawanintinsuyu, la forma de expresión comunitaria estaba segmentada de tal forma que estaría replicándose en la actualidad, por una situación cíclica de nuestro mundo (el andino).

En relación a los grupúsculos de hermanos que de una forma u otra, consecuente o inconsecuentemente, han tomado hoy la bandera, no la wiphala, de la defensa de nuestros recursos, y que como ya fue conocido por todos, esa segmentación no sé ahora si cíclica, pero si de una violencia y falta de respeto mutuo a tal de engrescarse y agredirse verbal como físicamente.

Si hablamos de estrategia, el capitalismo tiene muchas, y su mejor campo de juego es la segmentación de las bases sociales, y el descrédito que entre ellas se puedan crear, so pretexto lo último de transar con los pocos, intereses de los muchos.

Si bien este escenario no podía ser más desolador, aun existe una brecha por donde se encamine la recuperación de nuestros valores, de nuestra religiosidad y por consecuencia se adiestre a nuestros hijos en la defensa de nuestra pachamama, hecho que tiene que ver directamente con la recuperación de nuestra identidad propia, con ejercicios sociales comunitarios, y no sólo con la palabra sino con hechos.

Un niño no será consecuente con sus tradiciones si sus padres no las practican, y menos aún si no existe la mas mínima intención de recuperar nuestras lenguas madres (aymara y quechua), fuentes ambas del depositario ideológico y filosófico de nuestras dos grandes naciones.

Mensajes para hacernos un mea culpa hay hartos, y en todas direcciones. Los sabios andinos (amawtas) no nacen de una elección entre hombres (no genérico), sino que es una elección de vida para la vida de los hombres, mensaje al parlamento aymara.

El ser originario obedece a una situación de pertenencia terrenal y espiritual con la pachamama, muy rara vez se puede hablar de comunitarismo o actuar en su nombre, si no sé pertenece, lógica, espiritual y culturalmente a una pacarina (origen).
La Paxsi (luna) no es la contraria al Inti (sol), sino su complemento, pensar contrario a esto, significaría vivir en las tinieblas de lo faltante, del complemento que son los que no piensan igual que uno, pero que son la otra parte de la verdad.

Cuando todos piensan igual es porque nadie piensa, de allí que el pensamiento comunitario tenga de todos los colores del kumiri (arco iris) andino que forman la wiphala, ellos y sus combinaciones, son las luces que alumbran la razón del mundo.

Pensar como andino originario, es sentir en las diástoles y sístoles de cada impulso vital, las fuerzas vivas de la naturaleza.

Pinturas Rupestres Patagónicas

Publicado en Arte el 09/02/2006 por admin

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La expedición de las cavernas más australes del mundo ya tiene su primer hallazgo. Se trata de las que serían las primeras pinturas rupestres de los canales patagónicos. Una treintena de científicos conforma el desembarco en la isla Madre de Dios, en los canales patagónicos chilenos.

Bernard Tourte se desplaza por el mundo conviviendo con los extremos y las excepciones. Hace un año, estaba en una zona cercana al Mar Negro con un equipo de rusos y ucranianos. Tourte, como un espejo de Hillary y Tenzing en el Everest, descendía en la avanzada vertical junto a otros cinco exploradores por una sima que finalmente se convertiría en la más profunda jamás alcanzada. Eran 2.140 metros bajo el mar. Lo más cercano al centro de la tierra que se había logrado llegar descolgándose a través de una caverna. Ahora, Tourte no está tan cerca del centro de la tierra como del fin del mundo.

En la latitud 50 sur, entre los canales australes y el Pacífico, en medio de una nada en la que hay mucho menos paz de la que sugiere el nombre de la isla Madre de Dios. Seguramente, los exploradores españoles -que siguiendo la ruta de Magallanes alrededor del mundo dieron con esta isla- la bautizaron más que por fervor místico con una exclamación entre sorpresa y algo de temor: Madre de Dios (ojalá salgamos vivos). La zona es conocida como los 50 rugientes, en alusión a la latitud, al viento, que usualmente puede alcanzar ráfagas de 190 Km por hora, y a una lluvia que al final del año acumula 6 mil mm ( en un año normal en Santiago caen 350 mm).

Tourte es espeléologo, el nombre que se les da a los exploradores de cavernas, y encabeza una expedición de una treintena de científicos a esta isla de caliza de la Patagonia chilena. Un extremo más para una colección que incluye abismos y simas desde México a Papúa Nueva Guinea. Para él no se trata de un territorio desconocido, pues participó en la expedición anterior de 2000, que rindió tantos frutos como sembró tantas dudas. Los frutos fueron los descubrimientos y las dudas lo mucho que quedaba por descubrir. «Es una isla totalmente apartada del mundo, un laboratorio virgen con espectaculares formas de superficie esculpidas por la lluvia y el viento. Estas formas de trabajo de la roca son únicas». Lo dice Tourte, que tiene 12 países de excursión en el cuerpo. La relación de «un hallazgo abre muchas interrogantes» se volvió a dar este año durante la semana recién pasada, cuando a los cinco días de haber llegado a Madre de Dios, los exploradores dieron en una cueva con lo que serían pinturas kaweshkar (alacalufes, ver detalle en fotografía de la portada). Un registro inesperado de este pueblo de canoeros.

Para lograr dar a conocer el hallazgo, Tourte debió viajar hasta la base de la exploración, en la isla de Guarello, al sur de Madre de Dios. Otro paisaje extremo para su colección.

Guarello es el sitio de presencia humana más cercano a Madre de Dios. Allí, 60 mineros de la CAP en turnos de seis meses extraen piedra caliza, materia prima indispensable para la fundición de acero. Las instalaciones de la CAP -descritas por un científico francés como la idea que uno tendría de una base lunar- se han transformado en los cuarteles generales de la expedición y el refugio sin el que sería casi imposible la expedición espeleológica.

Desde allí, Tourte debe esperar que el satélite esté en el punto preciso para que la cobertura del celular le permita dar la noticia: «Hemos descubierto a primera vista 20 o 25 pinturas». En Punta Arenas, el antropólogo Nelson Aguilera cree que esto podría ser «el descubrimiento de la década».

cav madre El poblamiento de los canales del sur es una nebulosa sobre la que se tienen más hipótesis que certezas, y estas pinturas aclararían en algo el panorama «si se trata de pinturas de más de 4 mil años de antigüedad, porque lo que ya sabemos es que los indígenas ocupaban los archipiélagos del oeste desde hace 2 mil años» acota la arqueóloga Dominique Leguoupil. El clima y la geografía hacen difícil el trabajo de pesquisa de registros de los antiguos habitantes de los canales patagónicos.

Sería la primera vez que se logra encontrar una concentración de pinturas atribuibles a este pueblo canoero de recolectores marinos, según explica Aguilera. Porque si bien en Magallanes hay sitios con pinturas rupestres con una antigüedad de 4.000 años, no es posible determinar la cultura a la que pertenecieron sus autores. En este caso, sólo un pueblo de navegantes expertos como los kawèsqar pudo haber llegado a refugiarse en una de las cavernas imposibles de Madre de Dios y marcar presencia gráfica para la posteridad.

Un gran hallazgo a menos de una semana no está nada mal. Menos, si el origen de la expedición, que actualmente cuenta con el apoyo del gobierno francés y del gobierno chileno a través de la Comisión Bicentenario, tiene su origen en algo así como una tincada del científico francés Richard Maire que visitaba Puerto Natales en 1995.

Ese año, Maire escuchó de una isla de caliza en los canales. Una que en los mapas parecía no estar lejos de Natales, pero que en la práctica y dado el clima, era poco menos que atravesar el país. Si «caliza» es lo mismo que nada para el común de los mortales, para un espeleólogo como Maire es una carnada suculenta. La caliza es la materia prima de la que surgen las cavernas y los sistemas kársticos (ver recuadro), y si Madre de Dios era como se lo habían comentado, era terreno virgen para explorar las cavernas más australes del mundo. Maire se consiguió un bote, logró algún acercamiento y tras una primera expedición en 1997, formó un equipo de 25 expertos que se encargó de la primera gran expedición de 2000.

cav madre Lo que encontraron fue un paisaje de superficie que iba desde las tierras más bajas cubiertas por vegetales de la era secundaria, que se levantan como fósiles vivientes (nothofagus antarctica), formando una selva que crece sobre la roca hundiendo sus raíces en las fisuras de ésta. Un bosque que a medida que el terreno se eleva, se encoge y se transforma en una cubierta de bonsáis naturales que crecen horizontalmente a ras de suelo sobre la caliza que, finalmente, y despojada de vegetales, aparece como un glaciar esculpido por la lluvia y el viento.

En un mes y medio, se topografiaron 10.000 metros de galerías; los espeleólogos descendieron 376 metros en lo que nombraron como la Sima del Futuro, que se convirtió en la más profunda de Chile y la segunda más profunda de Sudamérica (después de la Sima de Milpo, en Perú).

La arqueóloga Dominique Legoupile descubrió una gruta con un enterratorio kawesqar de 4.000 años de antigüedad; se verificaron las marcas de cambios en los niveles del agua, que podrían ser pruebas del calentamiento global y un esqueleto de ballena yaciendo a seis metros del nivel del mar y a 150 de la entrada de una caverna.

¿Cuándo comenzaron a poblarse los canales? ¿Por qué cambió el nivel de la isla? ¿Cuándo se derritieron los glaciares? Cada descubrimiento son muchas más preguntas para geólogos, biólogos, antropólogos y un científico, etcétera.

La expedición de 2000 quedó inmortalizada en un reportaje de 20 páginas publicado por la National Geographic y alentó a la comunidad internacional de espeleólogos, que pronto comenzó a prepararse para una nueva expedición. «Todos nos conocemos, aunque no nos conozcamos», explica Marcelo Agüero, el coordinador chileno del proyecto en curso. Con su frase, Agüero hace referencia a que la tecnología facilita que la reunión de la comunidad cavernaria esparcida por los macizos de caliza del mundo se coordine para encontrarse en los sumideros más australes, aun sin haberse visto las caras con anterioridad.

El correo electrónico planificó el desembarco que comenzó el 16 de enero y que concluirá el 4 de marzo. Científicos franceses, chilenos, españoles, ingleses, canadienses, australianos, neozelandeses de las más diversas disciplinas, con 12 toneladas de material, forman el equipo que lidera Tourte, poniendo al servicio de los científicos las técnicas de descenso y exploración que comenzó practicar como deporte. «Mi objetivo es que los científicos tengan las condiciones para desarrollar sus estudios, poner a su servicio la técnica». Y de paso, sumar algún otro extremo a la colección.

CALENTAMIENTO GLOBAL

«Las cavernas son como salas climatizadas», explica Bernard Tourte. Una caracteríctica que las hace especialmente atractivas para investigar el calentamiento global.

«Por ejemplo, en Papúa, hemos notado que en diez años ha subido la temperatura del agua y automáticamente del aire de las cuevas», explica el espeleólogo.

Otra manera de investigar cambios pretéritos en las condiciones climáticas es a través de las estalactitas y estalagmitas, esas columnas que surgen del techo y el suelo de las cuevas producto de la disolución de la caliza por efecto del agua. «Cuando se encuentran algunas de esas formaciones, se pueden estudiar las condiciones primitivas del mismo modo en que se estudia el pasado de un árbol a través del corte del tronco». Las estalactitas guardan información de los cambios climáticos, «porque la velocidad de crecimiento está directamente en relación al aporte de caliza que lleva el agua».

Bernard Tourte explica que el equipo ha notado que el macizo que conforma Madre de Dios muestra marcas del nivel del mar entre tres y seis metros más alto que el nivel actual; «lo más lógico como explicación es que cuando los glaciares se fundieron, el macizo dejó de soportar su peso, elevando su nivel, y esto va a proporcionar información que tiene relación directa con el fenómeno del calentamiento y sus efectos».

MUNDO CAVERNÍCOLA

Veinticuatro años después de que su compatriota Julio Verne publicara «Viaje al centro de la Tierra» (1864), el abogado francés Edouard Alfred Martel comenzó una seguidilla de exploraciones subterráneas que lo transformarían en el padre de la espeleología moderna.

Entre 1888 y 1914, Martel rastreó el mundo subterráneo europeo dando a conocer al gran público cavernas que en la actualidad son atracciones turísticas (Bramabiau, Dargilan, en Francia; Cuevas del Drach en Mallorca y el abismo Gaping Gill en Inglaterra). Si el protagonista de la novela de Verne se internaba en las profundidades descendiendo desde la boca de un volcán, Martel lo hizo desde las cavernas, formaciones que surgen en zonas con características muy específicas definidas geológicamente con el termino Karst. Esta expresión utilizada universalmente tiene su origen en una región caliza entre Italia y Eslovenia donde se estudiaron por primera vez estos fenómenos.

Entre otras características de los sistemas kársticos se cuentan formas de relieve singulares formadas por la disolución química del agua sobre la caliza; escaso drenaje superficial, con la casi inexistencia de redes fluviales; esto se debe al predominio de la infiltración del agua en el terreno y a su circulación subterránea; abundancia de cuevas y simas, algunas de ellas actúan como puntos donde se pierden las aguas superficiales (sumideros), o como manantiales (surgencias). Justamente es el estudio y la localización de reservas de agua una de las motivaciones para las exploraciones espeleológicas, pero sólo una de ellas.

A través de la exploración de las cavernas se puede obtener información sobre el cambio climático, temas antropológicos, geológicos, la paleontológicos y estudios de minerales.

Expedición Última Patagonia 2006:

La Profecía del Tercer Pachacuti

Publicado en Madre Tierra, Sabiduria el 08/02/2006 por admin

Inca Pachacuti www.learner.org

«Esto fue un verdadero Sunami», exclamó azorado a los cuatro vientos Tito Hoz de Vila, un ex ministro y hoy senador de la derecha residual boliviana, refiriéndose al inclemente y devastador triunfo popular en las urnas del domingo 18 de diciembre. Ese día llovió a cántaros en algunas regiones del país y sucedieron hechos más que emblemáticos, acaso proféticos. En la ciudad de El Alto, un anciano aymara que agonizaba de vejez en su choza de adobe se dio modos para asistir al acto comicial y murió después de votar, en pleno recinto electoral, cumpliendo su última voluntad, el último acto de su vida: votar por un indio para Presidente de Bolivia.

La premonición se cumple. Lo que vendría después de aquel domingo lluvioso no fue resultado de un mero cálculo de correlación de fuerzas o una millonaria jugada de marketing; era un Designio. Entonces la lluvia se hizo diluvio en los lugares más sagrados y abandonados de este territorio, como en Chucaracito, en Saucarí u Orinoca, donde sacerdotisas ancianas que llevan sangre de ñustas en sus venas —hermanas distantes de los Q’ero del Cuzco— subsisten en medio de ruinas precolombinas y miserias neoliberales, resguardando las profecías en el idioma arqueológico y desconocido de los chipayas y los limachis. Y en algún lugar a orillas del Poopó o en las laderas del Sabaya los rayos sacrificaron llamas y corderos.

Pero, mi estimado Tito, eso no fue un Sunami. Fue el Pachacuti.

La Vuelta al Mundo

Según una definición que nos ofrece Victor Hugo Sepúlveda, el Pachacuti «representa un cambio profundo en el ser humano. Una especie de renacer de las personas que se produce a partir de un fenómeno climático o un gran movimiento social que deriva en una transformación total de las conciencias, y por ende afecta a toda la sociedad establecida».

Ver al respecto:http://revista.serindigena.cl/props/public_html/?module=displaystory&story_id=738&format=html

Pacha en aymara significa Tierra, Mundo; Cuti es re-torno. En la tradición oral que persiste aún en nuestros días, este ancestral concepto pervive en ciertas zonas urbanas y rurales de Bolivia en forma cotidiana. Entre los niños bolivianos es usual aplicar el aymarismo «cuti-vuelta» para denotar revancha o nueva oportunidad en los juegos de competencia.

El Pachacuti tiene que ser universal o no será Pachacuti. Por algo es una profecía. La CNN de Atlanta y la BBC de Londres ya forman parte de este cambio mítico desde que se percataron que un indio enchompado siendo recibido con honores por los reyes de España produce alto raiting.

La historia da cuenta de dos Pachacutis claramente reconocibles, aunque algunos estudiosos sostienen que ya han habido once hasta nuestros días. Uno de ellos se asocia con el gran terremoto del Cuzco Perú de 1949 que destruyó muchas iglesias y gran parte de la hermosa ciudad colonial. El último Pachacuti, en el plano político y social, podría ser el reciente ascenso de Evo Morales, cuya posesión en Tiahuanaco resulta algo más que un espectáculo mundial.

El Primer Pachacuti

Aunque su génesis es profundamente religiosa, el Pachacuti tiene una dimensión histórica y política muy concreta. A la luz de la experiencia boliviana, puede constituirse en un modelo de interpretación de procesos sociales y culturales en un contexto integral, ecológico incluso. Es una herramienta para la posmodernidad.

Sepúlveda habla de un Primer Pachacutec que se habría producido en el periodo del Tiahuanaco temprano, cuando quechuas y aymaras conformaban una sola nación. Se habría producido un gran diluvio que elevó el nivel de las aguas del lago Titicaca y el dios Tunupa, navegando en su manta convertida en balsa, fue abriendo la tierra hacia el sur, entre los cerros y la pampa en un serpenteante camino que dio origen al río Desaguadero que es el rebalse natural del lago. Con esta acción se salvaron todos los poblados costeros de morir ahogados por las inundaciones. Este flujo constante de agua que hasta ahora se mantiene, formó los lagos Uru-Uru y Poopó para luego seguir su curso hasta la Pampa de Aullagas donde el agua es absorbida por la tierra. Allí termina su navegación el dios Tunupa o Tawapaca y comienza su largo peregrinar por los salares y regiones del altiplano. Su misión era salvar a los pueblos de la barbarie en que se encontraban y para eso les enseñaba técnicas de cultivos y la crianza de animales, además de predicarles la paz, la solidaridad y la amistad entre todos. Ese largo recorrido que llega hasta las costas del Océano Pacífico ha quedado inscrito en los innumerables petroglifos de antigua data que fueron quedando a su paso, tallados en las rocas o dibujados con piedras de gran tamaño en el faldeo de los cerros.

El Segundo Pachacuti

El Segundo Pachacuti surgió en la última mitad del siglo XV, cuando las diferencias religiosas y económicas entre quechuas y aymaras comenzaban a acentuarse como resultado de un desarrollo diferenciado de las fuerzas productivas. Eran tiempos en que los reyes incas, originariamente quechuas asentados al norte del Lago Titicaca, enfrentaban serias dificultades políticas para dominar a los pueblos sureños del collado aymara. Los rebeldes aymaras cuyo territorio abarcaba todo el sur del Titicaca —desde el Tiahuanaco, pasando por los actuales territorios de Cochabamba, Oruro, Potosí y Chuquisaca, incluyendo los del norte argentino y chileno—, se resistían a someterse bajo el dominio del Estado incaico por una sencilla razón religiosa: los quechuas del Cuzco habían superado la etapa del comunismo primitivo avanzando hacia un modelo civilizatorio estatal, clasista y monoteísta, pretendiendo destruir los lazos comunitarios y de reciprocidad (ayllu y ayni) que aún pervivían en los pueblos politeístas aymaras del sur. Tupac Pachacutec intentó convencer a los rebeldes aymaras del sur que —como su nombre mismo denotaba— él era no sólo hijo del Sol, único dios, sino la encarnación misma del mundo terrenal, y para imponer tal hegemonía fundó Macchu Picchu como el centro de ese mundo.

Los aymaras, que se negaban a adorar exclusivamente al dios Sol, decían que Pacha era una deidad entre muchas otras y entraron en guerra con los quechuas para defender su comunidad de dioses, derrotando a Pachacutec. Pero el inca no se dio por vencido y anunció que volvería «para poner las cosas en su lugar».

Correspondió al hijo de Pachacutec, su sucesor Tupac Yupanki, hacer cumplir la profecía del inca derrotado. Y lo hizo pactando con el adversario rebelde.

El enigma del Estado Comunitario

Mi ensayo «En los umbrales del horizonte utópico» que incluí en el libro «Historia del Milagro» (Ed. Los Tiempos, 2001), establece que si bien la estructura política del Collasuyo se hallaba herida de muerte ante la expansión quechua incaica, durante el Segundo Pachacuti, es indudable que el poderío aymara estaba intacto en su compleja expresión religiosa. Esto dio lugar a un «matrimonio de facto» entre las principales deidades aymaras, representadas por la Pachamama, y el Inti o dios Sol de los Incas. El Estado Inca, al final, tuvo que asimilarse oficial y formalmente a la religión aymara todavía hegemónica en el ancestral mundo andino.

Confirmando aquello, de Huarochiri emergió una hermosa leyenda según la cual el inca quechua Tupac Yupanki, para hacer cumplir la profecía de su padre Tupac Pachacutec, se vio obligado a rendir devoción a uno de los «huacas» más influyentes del mundo aymara, Pariacaca, exigiendo en recompensa que, con su mediación, los dioses colaboren con el Inca en su guerra para conquistar a los ayllus rebeldes al sur del Titicaca.

Ver al respecto:http://www.altercom.org/article123468.html

http://www.voltairenet.org/auteur120049.html?lang=es

http://www.bolpress.com/temas.php?Cod=2005001463

http://www.adital.org.br/site/noticia.asp?lang=ES&cod=17363

Los dioses aymaras aceptaron ayudar al Inca bajo la condición de que los gobernantes quechuas desistan de su plan monoteísta y ejerzan un sacerdocio rindiendo culto a la Pachamama. El negociador aymara fue el dios Macahuisa, hijo de Pariacaca. Dice el relato: «Mientras Macahuisa hablaba, de su boca salía un aliento muy denso cual si fuese humo verde. Y se dice que también en esa sazón comenzó a soplar su zampoña de oro. Su pinquillu también era de oro. En su cabeza llevaba coronada la diadema. Su phusuca también era de oro, en tanto que su camiseta era negra. Dieron a Macahuisa para su viaje una litera de las que se llaman Chicsirampa, destinada a transportar al propio Inca. Y fueron escogidos por el Inca, para acompañarlo, unos fornidos callahuaya. (…). Lo transportaron hasta la cima de un cerrito; una vez allí, Macahuisa, el hijo de Pariacaca, comenzó, poco a poco, a caer bajo la forma de lluvia. Los hombres de las comunidades rebeldes empezaron a organizarse, preguntándose qué podría significar este fenómeno. Atacándolos con sus rayos, Macahuisa aumentó la lluvia y así abrió quebradas por todas partes, y arrastró a los miembros de todas estas comunidades rebeldes con sus aguas torrenciales. Aniquiló a los kuracas principales y a los hombres valientes con sus rayos. Sólo una parte de la gente común se salvó. Si hubiera querido, habría aniquilado a todos. Así, después de haber vencido a todos los demás rebeldes, los persiguió hasta el Cuzco. Desde esa época, el Inca apreció todavía más a Pariacaca y le otorgó cincuenta Yanas».

Así fue cómo se impuso el Segundo Pachacuti: el imperio Inca se constituyó en una unidad quechua-aymara, base de la nueva nación y de un emergente Estado Comunitario, que permitió a Huayna Cápac «quechuañizar» pacíficamente a los aymaras del Collasuyo desplazando a sus mitimaes, pero el paradigma de ese Estado Comunitario quedó como un enigma hasta nuestros días, al haber sido interrumpido por la sangrienta conquista española cuya brutalidad, cuando descuartizaron al caudillo Tupac Katari, hizo renacer la esperanza de que algún día llegaría el Tercer Pachacuti, con el «Jacha Uru» de un melodioso nuevo amanecer (WGM).

Los ceremoniales andinos son solemnes

El persistente atraso económico y la secular exclusión racial que prevalece en gran parte de los territorios indígenas de Bolivia, es soportada casi estoicamente por estas poblaciones injustamente marginadas de la modernidad, gracias a la fe con que tales pueblos mantienen sus ritos ancestrales, ligados a la profecía del Pachacuti.

Mientras más excluidas y empobrecidas son estas comunidades, más fuertes son sus ritos y creencias politeístas, sincretizadas con el cristianismo en una estrategia fervorosa de subsistencia étnica y social.

Existen incluso en las orillas del Lago Poopo, vecinas a poblaciones Urus y Chipayas, pueblos aymarófonos a donde no llegaron ni los mitimaes quechuas de Huayna Cápac y donde se habla una purísima lengua aymara distinta a la paceña —que tiene clara influencia quechua en su fonética— hoy en vías de extinción.

Estos lugares, de donde proviene el flamante Presidente Indígena de Bolivia, son verdaderos yacimientos arqueológicos habitados por seres que parecen extranjeros cuando emigran a las ciudades expulsados por tanta miseria.

Sin embargo de este abandono, por la fuerza del Pachacuti, estas poblaciones conservan intactos sus ritos y ceremoniales que mantienen viva la profecía.

Son pueblos, además, activamente festivos. El cristianismo no ha podido extirpar muchas idolatrías que hoy se encubren bajo el santoral católico; todavía existen dioses mayores y menores, «huacas» y «willcas», que son objetos de fiestas de la fecundidad y de la tierra bajo la dirección de sus jilakatas y mallkus que son, además de líderes comunitario, sacerdotes («huacsas») de estos cultos ocultos.

Los ritos de la Estrella o Mosoq Karpay, los ritos del «Tiempo que ha de Venir» —plenas del incienso de las k’hoas que constituyen evocaciones a los espíritus antepasados— son cruciales para el cumplimiento histórico de las profecías.

Los karpay (ritos) plantan la semilla del conocimiento, la semilla del Pachacuti, en el cuerpo luminoso del recipiente que la contiene. Depende de cada persona regarla y cuidar de la semilla para que ésta crezca y florezca. Los ritos son una transmisión del potencial; uno debe luego abrirse al destino.

Esta cosmogonía quechua-aymara ha permitido que en Bolivia se produzca una revolución pacífica, con votos y no con balas, y es deber de todos, indios o no, celebrar y preservar este triunfo de la Profecía. (WGM).

La Profecía de los Q’ero

Brad Berg atribuye a los Q’ero —una tribu cuzqueña de 600 personas que buscaron refugio en alturas superiores a los 4.200 metros con el fin de escapar de los conquistadores— el mérito de haber resguardado esa profecía sagrada que habla del gran cambio: el mundo saldrá del revés en que se encuentra y quedará al derecho mirando hacia arriba otra vez. El orden social justo y la armonía con la naturaleza serán restituidos por fin, terminando con el caos y el mal generalizados.

Esta profecía alienta la esperanza del renacer a una realidad más favorable y digna para los indígenas, los pobres y las clases oprimidas.

Similares a la de los Q’ero, al otro extremo del Ande, de donde surgió Evo Morales, existen comunidades aymaras que no llegaron a ser siquiera sometidas por el inca quechua, donde se conservan intactas aquellas relaciones míticas entre pueblos que además son los más empobrecidos de Bolivia. (WGM).

Comentarios, críticas, quejas o insultos a propósito de este ensayo, al siguiente e-mail: llactacracia@yahoo.com

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Derechos de Pueblos Indígenas y Tribales

Publicado en Derechos el 03/02/2006 por admin

machiantigua opLa Conferencia General de la Organización Internacional del Trabajo, convocada en Ginebra por el Consejo de Administración de la Oficina Internacional del Trabajo, y congregada en dicha ciudad el 7 de junio de 1989, en su septuagésima sexta reunión; adopta, con fecha veintisiete de junio de mil novecientos ochenta y nueve, el siguiente Convenio, que podrá ser citado como el Convenio sobre pueblos indígenas y tribales, 1989:

PARTE I. POLITICA GENERAL
Artículo 1
1. El presente Convenio se aplica:
a) a los pueblos tribales en países independientes, cuyas condiciones sociales, culturales y económicas les distingan de otros sectores de la colectividad nacional, y que estén regidos total o parcialmente por sus propias costumbres o tradiciones o por una legislación especial;

b) a los pueblos en países independientes, considerados indígenas por el hecho de descender de poblaciones que habitaban en el país o en una región geográfica a la que pertenece el país en la época de la conquista o la colonización o del establecimiento de las actuales fronteras estatales y que, cualquiera que sea su situación jurídica, conservan todas sus propias instituciones sociales, económicas, culturales y políticas, o parte de ellas.

2. La conciencia de su identidad indígena o tribal deberá considerarse un criterio fundamental para determinar los grupos a los que se aplican las disposiciones del presente Convenio.

3. La utilización del término «pueblos» en este Convenio no deberá interpretarse en el sentido de que tenga implicación alguna en lo que atañe a los derechos que pueda conferirse a dicho término en el derecho internacional.

Artículo 2
1. Los gobiernos deberán asumir la responsabilidad de desarrollar, con la participación de los pueblos interesados, una acción coordinada y sistemática con miras a proteger los derechos de esos pueblos y a garantizar el respeto de su integridad.
2. Esta acción deberá incluir medidas:

a) que aseguren a los miembros de dichos pueblos gozar, en pie de igualdad, de los derechos y oportunidades que la legislación nacional otorga a los demás miembros de la población;

b) que promuevan la plena efectividad de los derechos sociales, económicos y culturales de esos pueblos, respetando su identidad social y cultural, sus costumbres y tradiciones, y sus instituciones;

c) que ayuden a los miembros de los pueblos interesados a eliminar las diferencias socioeconómicas que puedan existir entre los miembros indígenas y los demás miembros de la comunidad nacional, de una manera compatible con sus aspiraciones y formas de vida.

Artículo 3
1. Los pueblos indígenas y tribales deberán gozar plenamente de los derechos humanos y libertades fundamentales, sin obstáculos ni discriminación. Las disposiciones de este Convenio se aplicarán sin discriminación a los hombres y mujeres de esos pueblos.
2. No deberá emplearse ninguna forma de fuerza o de coerción que viole los derechos humanos y las libertades fundamentales de los pueblos interesados, incluidos los derechos contenidos en el presente Convenio.

Artículo 4
1. Deberán adoptarse las medidas especiales que se precisen para salvaguardar las personas, las instituciones, los bienes, el trabajo, las culturas y el medio ambiente de los pueblos interesados.
2. Tales medidas especiales no deberán ser contrarias a los deseos expresados libremente por los pueblos interesados.

3. El goce sin discriminación de los derechos generales de ciudadanía no deberá sufrir menoscabo alguno como consecuencia de tales medidas especiales.

Artículo 5
Al aplicar las disposiciones del presente Convenio:
a) deberán reconocerse y protegerse los valores y prácticas sociales, culturales, religiosos y espirituales propios de dichos pueblos y deberá tomarse debidamente en consideración la índole de los problemas que se les plantean tanto colectiva como individualmente;

b) deberá respetarse la integridad de los valores, prácticas e instituciones de esos pueblos;

c) deberán adoptarse, con la participación y cooperación de los pueblos interesados, medidas encaminadas a allanar las dificultades que experimenten dichos pueblos al afrontar nuevas condiciones de vida y de trabajo.

Artículo 6
1. Al aplicar las disposiciones del presente Convenio, los gobiernos deberán:
a) consultar a los pueblos interesados, mediante procedimientos apropiados y en particular a través de sus instituciones representativas, cada vez que se prevean medidas legislativas o administrativas susceptibles de afectarles directamente;

b) establecer los medios a través de los cuales los pueblos interesados puedan participar libremente, por lo menos en la misma medida que otros sectores de la población, y a todos los niveles en la adopción de decisiones en instituciones electivas y organismos administrativos y de otra índole responsables de políticas y programas que les conciernan;

c) establecer los medios para el pleno desarrollo de las instituciones e iniciativas de esos pueblos, y en los casos apropiados proporcionar los recursos necesarios para este fin.

2. Las consultas llevadas a cabo en aplicación de este Convenio deberán efectuarse de buena fe y de una manera apropiada a las circunstancias, con la finalidad de llegar a un acuerdo o lograr el consentimiento acerca de las medidas propuestas.

Artículo 7
1. Los pueblos interesados deberán tener el derecho de decidir sus propias prioridades en lo que atañe al proceso de desarrollo, en la medida en que éste afecte a sus vidas, creencias, instituciones y bienestar espiritual y a las tierras que ocupan o utilizan de alguna manera, y de controlar, en la medida de lo posible, su propio desarrollo económico, social y cultural. Además, dichos pueblos deberán participar en la formulación, aplicación y evaluación de los planes y programas de desarrollo nacional y regional susceptibles de afectarles directamente.
2. El mejoramiento de las condiciones de vida y de trabajo y del nivel de salud y educación de los pueblos interesados, con su participación y cooperación, deberá ser prioritario en los planes de desarrollo económico global de las regiones donde habitan. Los proyectos especiales de desarrollo para estas regiones deberán también elaborarse de modo que promuevan dicho mejoramiento.

3. Los gobiernos deberán velar por que, siempre que haya lugar, se efectúen estudios, en cooperación con los pueblos interesados, a fin de evaluar la incidencia social, espiritual y cultural y sobre el medio ambiente que las actividades de desarrollo previstas puedan tener sobre esos pueblos. Los resultados de estos estudios deberán ser considerados como criterios fundamentales para la ejecución de las actividades mencionadas.

4. Los gobiernos deberán tomar medidas, en cooperación con los pueblos interesados, para proteger y preservar el medio ambiente de los territorios que habitan.

Artículo 8
1. Al aplicar la legislación nacional a los pueblos interesados deberán tomarse debidamente en consideración sus costumbres o su derecho consuetudinario.
2. Dichos pueblos deberán tener el derecho de conservar sus costumbres e instituciones propias, siempre que éstas no sean incompatibles con los derechos fundamentales definidos por el sistema jurídico nacional ni con los derechos humanos internacionalmente reconocidos. Siempre que sea necesario, deberán establecerse procedimientos para solucionar los conflictos que puedan surgir en la aplicación de este principio.

3. La aplicación de los párrafos 1 y 2 de este artículo no deberá impedir a los miembros de dichos pueblos ejercer los derechos reconocidos a todos los ciudadanos del país y asumir las obligaciones correspondientes.

Artículo 9
1. En la medida en que ello sea compatible con el sistema jurídico nacional y con los derechos humanos internacionalmente reconocidos, deberán respetarse los métodos a los que los pueblos interesados recurren tradicionalmente para la represión de los delitos cometidos por sus miembros.
2. Las autoridades y los tribunales llamados a pronunciarse sobre cuestiones penales deberán tener en cuenta las costumbres de dichos pueblos en la materia.

Artículo 10
1. Cuando se impongan sanciones penales previstas por la legislación general a miembros de dichos pueblos deberán tenerse en cuenta sus características económicas, sociales y culturales.
2. Deberá darse la preferencia a tipos de sanción distintos del encarcelamiento.

Artículo 11
La ley deberá prohibir y sancionar la imposición a miembros de los pueblos interesados de servicios personales obligatorios de cualquier índole, remunerados o no, excepto en los casos previstos por la ley para todos los ciudadanos.
Artículo 12
Los pueblos interesados deberán tener protección contra la violación de sus derechos, y poder iniciar procedimientos legales, sea personalmente o bien por conducto de sus organismos representativos, para asegurar el respeto efectivo de tales derechos. Deberán tomarse medidas para garantizar que los miembros de dichos pueblos puedan comprender y hacerse comprender en procedimientos legales, facilitándoles, si fuere necesario, intérpretes u otros medios eficaces.
PARTE II. TIERRAS
Artículo 13
1. Al aplicar las disposiciones de esta parte del Convenio, los gobiernos deberán respetar la importancia especial que para las culturas y valores espirituales de los pueblos interesados reviste su relación con las tierras o territorios, o con ambos, según los casos, que ocupan o utilizan de alguna otra manera, y en particular los aspectos colectivos de esa relación.
2. La utilización del término «tierras» en los artículos 15 y 16 deberá incluir el concepto de territorios, lo que cubre la totalidad del hábitat de las regiones que los pueblos interesados ocupan o utilizan de alguna otra manera.

Artículo 14
1. Deberá reconocerse a los pueblos interesados el derecho de propiedad y de posesión sobre las tierras que tradicionalmente ocupan. Además, en los casos apropiados, deberán tomarse medidas para salvaguardar el derecho de los pueblos interesados a utilizar tierras que no estén exclusivamente ocupadas por ellos, pero a las que hayan tenido tradicionalmente acceso para sus actividades tradicionales y de subsistencia. A este respecto, deberá prestarse particular atención a la situación de los pueblos nómadas y de los agricultores itinerantes.
2. Los gobiernos deberán tomar las medidas que sean necesarias para determinar las tierras que los pueblos interesados ocupan tradicionalmente y garantizar la protección efectiva de sus derechos de propiedad y posesión.

3. Deberán instituirse procedimientos adecuados en el marco del sistema jurídico nacional para solucionar las reivindicaciones de tierras formuladas por los pueblos interesados.

Artículo 15
1. Los derechos de los pueblos interesados a los recursos naturales existentes en sus tierras deberán protegerse especialmente. Estos derechos comprenden el derecho de esos pueblos a participar en la utilización, administración y conservación de dichos recursos.
2. En caso de que pertenezca al Estado la propiedad de los minerales o de los recursos del subsuelo, o tenga derechos sobre otros recursos existentes en las tierras, los gobiernos deberán establecer o mantener procedimientos con miras a consultar a los pueblos interesados, a fin de determinar si los intereses de esos pueblos serían perjudicados, y en qué medida, antes de emprender o autorizar cualquier programa de prospección o explotación de los recursos existentes en sus tierras. Los pueblos interesados deberán participar siempre que sea posible en los beneficios que reporten tales actividades, y percibir una indemnización equitativa por cualquier daño que puedan sufrir como resultado de esas actividades.

Artículo 16
1. A reserva de lo dispuesto en los párrafos siguientes de este artículo, los pueblos interesados no deberán ser trasladados de las tierras que ocupan.
2. Cuando excepcionalmente el traslado y la reubicación de esos pueblos se consideren necesarios, sólo deberán efectuarse con su consentimiento, dado libremente y con pleno conocimiento de causa. Cuando no pueda obtenerse su consentimiento, el traslado y la reubicación sólo deberá tener lugar al término de procedimientos adecuados establecidos por la legislación nacional, incluidas encuestas públicas, cuando haya lugar, en que los pueblos interesados tengan la posibilidad de estar efectivamente representados.

3. Siempre que sea posible, estos pueblos deberán tener el derecho de regresar a sus tierras tradicionales en cuanto dejen de existir las causas que motivaron su traslado y reubicación.

4. Cuando el retorno no sea posible, tal como se determine por acuerdo o, en ausencia de tales acuerdos, por medio de procedimientos adecuados, dichos pueblos deberán recibir, en todos los casos posibles, tierras cuya calidad y cuyo estatuto jurídico sean por lo menos iguales a los de las tierras que ocupaban anteriormente, y que les permitan subvenir a sus necesidades y garantizar su desarrollo futuro. Cuando los pueblos interesados prefieran recibir una indemnización en dinero o en especie, deberá concedérseles dicha indemnización, con las garantías apropiadas.

5. Deberá indemnizarse plenamente a las personas trasladadas y reubicadas por cualquier pérdida o daño que hayan sufrido como consecuencia de su desplazamiento.

Artículo 17
1. Deberán respetarse las modalidades de transmisión de los derechos sobre la tierra entre los miembros de los pueblos interesados establecidas por dichos pueblos.
2. Deberá consultarse a los pueblos interesados siempre que se considere su capacidad de enajenar sus tierras o de transmitir de otra forma sus derechos sobre estas tierras fuera de su comunidad.

3. Deberá impedirse que personas extrañas a esos pueblos puedan aprovecharse de las costumbres de esos pueblos o de su desconocimiento de las leyes por parte de sus miembros para arrogarse la propiedad, la posesión o el uso de las tierras pertenecientes a ellos.

Artículo 18
La ley deberá prever sanciones apropiadas contra toda intrusión no autorizada en las tierras de los pueblos interesados o todo uso no autorizado de las mismas por personas ajenas a ellos, y los gobiernos deberán tomar medidas para impedir tales infracciones.
Artículo 19
Los programas agrarios nacionales deberán garantizar a los pueblos interesados condiciones equivalentes a las que disfruten otros sectores de la población, a los efectos de:
a) la asignación de tierras adicionales a dichos pueblos cuando las tierras de que dispongan sean insuficientes para garantizarles los elementos de una existencia normal o para hacer frente a su posible crecimiento numérico;

b) el otorgamiento de los medios necesarios para el desarrollo de las tierras que dichos pueblos ya poseen.

PARTE III. CONTRATACION Y CONDICIONES DE EMPLEO
Artículo 20
1. Los gobiernos deberán adoptar, en el marco de su legislación nacional y en cooperación con los pueblos interesados, medidas especiales para garantizar a los trabajadores pertenecientes a esos pueblos una protección eficaz en materia de contratación y condiciones de empleo, en la medida en que no estén protegidos eficazmente por la legislación aplicable a los trabajadores en general.
2. Los gobiernos deberán hacer cuanto esté en su poder por evitar cualquier discriminación entre los trabajadores pertenecientes a los pueblos interesados y los demás trabajadores, especialmente en lo relativo a:

a) acceso al empleo, incluidos los empleos calificados y las medidas de promoción y de ascenso;

b) remuneración igual por trabajo de igual valor;

c) asistencia médica y social, seguridad e higiene en el trabajo, todas las prestaciones de seguridad social y demás prestaciones derivadas del empleo, así como la vivienda;

d) derecho de asociación, derecho a dedicarse libremente a todas las actividades sindicales para fines lícitos, y derecho a concluir convenios colectivos con empleadores o con organizaciones de empleadores.

3. Las medidas adoptadas deberán en particular garantizar que:

a) los trabajadores pertenecientes a los pueblos interesados, incluidos los trabajadores estacionales, eventuales y migrantes empleados en la agricultura o en otras actividades, así como los empleados por contratistas de mano de obra, gocen de la protección que confieren la legislación y la práctica nacionales a otros trabajadores de estas categorías en los mismos sectores, y sean plenamente informados de sus derechos con arreglo a la legislación laboral y de los recursos de que disponen;

b) los trabajadores pertenecientes a estos pueblos no estén sometidos a condiciones de trabajo peligrosas para su salud, en particular como consecuencia de su exposición a plaguicidas o a otras sustancias tóxicas;

c) los trabajadores pertenecientes a estos pueblos no estén sujetos a sistemas de contratación coercitivos, incluidas todas las formas de servidumbre por deudas;

d) los trabajadores pertenecientes a estos pueblos gocen de igualdad de oportunidades y de trato para hombres y mujeres en el empleo y de protección contra el hostigamiento sexual.

4. Deberá prestarse especial atención a la creación de servicios adecuados de inspección del trabajo en las regiones donde ejerzan actividades asalariadas trabajadores pertenecientes a los pueblos interesados, a fin de garantizar el cumplimiento de las disposiciones de esta parte del presente Convenio.

PARTE IV. FORMACION PROFESIONAL, ARTESANIA E INDUSTRIAS RURALES
Artículo 21
Los miembros de los pueblos interesados deberán poder disponer de medios de formación profesional por lo menos iguales a los de los demás ciudadanos.
Artículo 22
1. Deberán tomarse medidas para promover la participación voluntaria de miembros de los pueblos interesados en programas de formación profesional de aplicación general.
2. Cuando los programas de formación profesional de aplicación general existentes no respondan a las necesidades especiales de los pueblos interesados, los gobiernos deberán asegurar, con la participación de dichos pueblos, que se pongan a su disposición programas y medios especiales de formación.

3. Estos programas especiales de formación deberán basarse en el entorno económico, las condiciones sociales y culturales y las necesidades concretas de los pueblos interesados. Todo estudio a este respecto deberá realizarse en cooperación con esos pueblos, los cuales deberán ser consultados sobre la organización y el funcionamiento de tales programas. Cuando sea posible, esos pueblos deberán asumir progresivamente la responsabilidad de la organización y el funcionamiento de tales programas especiales de formación, si así lo deciden.

Artículo 23
1. La artesanía, las industrias rurales y comunitarias y las actividades tradicionales y relacionadas con la economía de subsistencia de los pueblos interesados, como la caza, la pesca, la caza con trampas y la recolección, deberán reconocerse como factores importantes del mantenimiento de su cultura y de su autosuficiencia y desarrollo económicos. Con la participación de esos pueblos, y siempre que haya lugar, los gobiernos deberán velar por que se fortalezcan y fomenten dichas actividades.
2. A petición de los pueblos interesados, deberá facilitárseles, cuando sea posible, una asistencia técnica y financiera apropiada que tenga en cuenta las técnicas tradicionales y las características culturales de esos pueblos y la importancia de un desarrollo sostenido y equitativo.

PARTE V. SEGURIDAD SOCIAL Y SALUD
Artículo 24
Los regímenes de seguridad social deberán extenderse progresivamente a los pueblos interesados y aplicárseles sin discriminación alguna.
Artículo 25
1. Los gobiernos deberán velar por que se pongan a disposición de los pueblos interesados servicios de salud adecuados o proporcionar a dichos pueblos los medios que les permitan organizar y prestar tales servicios bajo su propia responsabilidad y control, a fin de que puedan gozar del máximo nivel posible de salud física y mental.
2. Los servicios de salud deberán organizarse, en la medida de lo posible, a nivel comunitario. Estos servicios deberán planearse y administrarse en cooperación con los pueblos interesados y tener en cuenta sus condiciones económicas, geográficas, sociales y culturales, así como sus métodos de prevención, prácticas curativas y medicamentos tradicionales.

3. El sistema de asistencia sanitaria deberá dar la preferencia a la formación y al empleo de personal sanitario de la comunidad local y centrarse en los cuidados primarios de salud, manteniendo al mismo tiempo estrechos vínculos con los demás niveles de asistencia sanitaria.

4. La prestación de tales servicios de salud deberá coordinarse con las demás medidas sociales, económicas y culturales que se tomen en el país.

PARTE VI. EDUCACION Y MEDIOS DE COMUNICACION
Artículo 26
Deberán adoptarse medidas para garantizar a los miembros de los pueblos interesados la posibilidad de adquirir una educación a todos los niveles, por lo menos en pie de igualdad con el resto de la comunidad nacional.
Artículo 27
1. Los programas y los servicios de educación destinados a los pueblos interesados deberán desarrollarse y aplicarse en cooperación con éstos a fin de responder a sus necesidades particulares, y deberán abarcar su historia, sus conocimientos y técnicas, sus sistemas de valores y todas sus demás aspiraciones sociales, económicas y culturales.
2. La autoridad competente deberá asegurar la formación de miembros de estos pueblos y su participación en la formulación y ejecución de programas de educación, con miras a transferir progresivamente a dichos pueblos la responsabilidad de la realización de esos programas, cuando haya lugar.

3. Además, los gobiernos deberán reconocer el derecho de esos pueblos a crear sus propias instituciones y medios de educación, siempre que tales instituciones satisfagan las normas mínimas establecidas por la autoridad competente en consulta con esos pueblos. Deberán facilitárseles recursos apropiados con tal fin.

Artículo 28
1. Siempre que sea viable, deberá enseñarse a los niños de los pueblos interesados a leer y a escribir en su propia lengua indígena o en la lengua que más comúnmente se hable en el grupo a que pertenezcan. Cuando ello no sea viable, las autoridades competentes deberán celebrar consultas con esos pueblos con miras a la adopción de medidas que permitan alcanzar este objetivo.
2. Deberán tomarse medidas adecuadas para asegurar que esos pueblos tengan la oportunidad de llegar a dominar la lengua nacional o una de las lenguas oficiales del país.

3. Deberán adoptarse disposiciones para preservar las lenguas indígenas de los pueblos interesados y promover el desarrollo y la práctica de las mismas.

Artículo 29
Un objetivo de la educación de los niños de los pueblos interesados deberá ser impartirles conocimientos generales y aptitudes que les ayuden a participar plenamente y en pie de igualdad en la vida de su propia comunidad y en la de la comunidad nacional.
Artículo 30
1. Los gobiernos deberán adoptar medidas acordes a las tradiciones y culturas de los pueblos interesados, a fin de darles a conocer sus derechos y obligaciones, especialmente en lo que atañe al trabajo, a las posibilidades económicas, a las cuestiones de educación y salud, a los servicios sociales y a los derechos dimanantes del presente Convenio.
2. A tal fin, deberá recurrirse, si fuere necesario, a traducciones escritas y a la utilización de los medios de comunicación de masas en las lenguas de dichos pueblos.

Artículo 31
Deberán adoptarse medidas de carácter educativo en todos los sectores de la comunidad nacional, y especialmente en los que estén en contacto más directo con los pueblos interesados, con objeto de eliminar los prejuicios que pudieran tener con respecto a esos pueblos. A tal fin, deberán hacerse esfuerzos por asegurar que los libros de historia y demás material didáctico ofrezcan una descripción equitativa, exacta e instructiva de las sociedades y culturas de los pueblos interesados.
PARTE VII. CONTACTOS Y COOPERACION A TRAVES DE LAS FRONTERAS
Artículo 32
Los gobiernos deberán tomar medidas apropiadas, incluso por medio de acuerdos internacionales, para facilitar los contactos y la cooperación entre pueblos indígenas y tribales a través de las fronteras, incluidas las actividades en las esferas económica, social, cultural, espiritual y del medio ambiente.
PARTE VIII. ADMINISTRACION
Artículo 33
1. La autoridad gubernamental responsable de las cuestiones que abarca el presente Convenio deberá asegurarse de que existen instituciones u otros mecanismos apropiados para administrar los programas que afecten a los pueblos interesados, y de que tales instituciones o mecanismos disponen de los medios necesarios para el cabal desempeño de sus funciones.
2. Tales programas deberán incluir:

a) la planificación, coordinación, ejecución y evaluación, en cooperación con los pueblos interesados, de las medidas previstas en el presente Convenio;

b) la proposición de medidas legislativas y de otra índole a las autoridades competentes y el control de la aplicación de las medidas adoptadas en cooperación con los pueblos interesados.

PARTE IX. DISPOSICIONES GENERALES
Artículo 34
La naturaleza y el alcance de las medidas que se adopten para dar efecto al presente Convenio deberán determinarse con flexibilidad, teniendo en cuenta las condiciones propias de cada país.
Artículo 35
La aplicación de las disposiciones del presente Convenio no deberá menoscabar los derechos y las ventajas garantizados a los pueblos interesados en virtud de otros convenios y recomendaciones, instrumentos internacionales, tratados, o leyes, laudos, costumbres o acuerdos nacionales.
PARTE X. DISPOSICIONES FINALES
Artículo 36
Este Convenio revisa el Convenio sobre poblaciones indígenas y tribuales, 1957.
Artículo 37
Las ratificaciones formales del presente Convenio serán comunicadas, para su registro, al Director General de la Oficina Internacional del Trabajo.
Artículo 38
1. Este Convenio obligará únicamente a aquellos Miembros de la Organización Internacional del Trabajo cuyas ratificaciones haya registrado el Director General.
2. Entrará en vigor doce meses después de la fecha en que las ratificaciones de dos Miembros hayan sido registradas por el Director General.

3. Desde dicho momento, este Convenio entrará en vigor, para cada Miembro, doce meses después de la fecha en que haya sido registrada su ratificación.

Artículo 39
1. Todo Miembro que haya ratificado este Convenio podrá denunciarlo a la expiración de un período de diez años, a partir de la fecha en que se haya puesto inicialmente en vigor, mediante un acta comunicada, para su registro, al Director General de la Oficina Internacional del Trabajo. La denuncia no surtirá efecto hasta un año después de la fecha en que se haya registrado.
2. Todo Miembro que haya ratificado este Convenio y que, en el plazo de un año después de la expiración del período de diez años mencionado en el párrafo precedente, no haga uso del derecho de denuncia previsto en este artículo, quedará obligado durante un nuevo período de diez años, y en lo sucesivo podrá denunciar este Convenio a la expiración de cada período de diez años, en las condiciones previstas en este artículo.

Artículo 40
1. El Director General de la Oficina Internacional del Trabajo notificará a todos los Miembros de la Organización Internacional del Trabajo el registro de cuantas ratificaciones, declaraciones y denuncias le comuniquen los Miembros de la Organización.
2. Al notificar a los Miembros de la Organización el registro de la segunda ratificación que le haya sido comunicada, el Director General llamará la atención de los Miembros de la Organización sobre la fecha en que entrará en vigor el presente Convenio.

Artículo 41
El Director General de la Oficina Internacional del Trabajo comunicará al Secretario General de las Naciones Unidas, a los efectos del registro y de conformidad con el Artículo 102 de la Carta de las Naciones Unidas, una información completa sobre todas las ratificaciones, declaraciones y actas de denuncia que haya registrado de acuerdo con los artículos precedentes.
Artículo 42
Cada vez que lo estime necesario, el Consejo de Administración de la Oficina Internacional del Trabajo presentará a la Conferencia una memoria sobre la aplicación del Convenio, y considerará la conveniencia de incluir en el orden del día de la Conferencia la cuestión de su revisión total o parcial.
Artículo 43
1. En caso de que la Conferencia adopte un nuevo convenio que implique una revisión total o parcial del presente, y a menos que el nuevo convenio contenga disposiciones en contrario:
a) la ratificación, por un Miembro, del nuevo convenio revisor implicará, ipso jure, la denuncia inmediata de este Convenio, no obstante las disposiciones contenidas en el artículo 39, siempre que el nuevo convenio revisor haya entrado en vigor;

b) a partir de la fecha en que entre en vigor el nuevo convenio revisor, el presente Convenio cesará de estar abierto a la ratificación por los Miembros.

2. Este Convenio continuará en vigor en todo caso, en su forma y contenido actuales, para los Miembros que lo hayan ratificado y no ratifiquen el convenio revisor.

Artículo 44
Las versiones inglesa y francesa del texto de este Convenio son igualmente auténticas.

* Enlace directo a la ILOLEX: base de datas de la OIT. Los ratificaciones se actualizan diariamente.

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Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
Ginebra, Suiza

Historia de la Coca, una Hoja Andina

Publicado en Madre Tierra, Medicina el 03/02/2006 por admin

planta de coca
«Tenía en mis manos una de las primeras patentes registradas en Bolivia, y la pionera en lo relacionado al tema coca. La misma data de 1917 y la firmaba el presidente Gutiérrez Guerra. Por aquel entonces, la cocaína estaba legalizada.
“Por cuanto William H. Verner y Emilio Jerrarony, domiciliados en la ciudad de La Paz, han obtenido por los trámites legales privilegio para el ejercicio y la explotación del invento denominado ‘Nuevo método sistemático de extracción de la cocaína de las hojas de coca’. Por tanto se les confiere esta patente y registrada en el Ministerio de Industria les será bastante para el goce de los derechos inherentes a dicho privilegio por el término de 15 años”.

El viejo edificio gris de paredes blancas y despobladas de la Camacho, donde actualmente se ubica el Viceministerio de Industria y Comercio, alberga el documento en la biblioteca del Servicio Nacional de Propiedad Intelectual (Senapi). Privilegios Industriales, Libro I (1917-1925), primera página. Ahí estaba el curioso dato.

Y mientras en Bolivia se listaba este proceso, en Estados Unidos se venían otros vientos. En fechas cercanas, 1914, la Coca-Cola se vio obligada a dejar de utilizar cocaína en su mezcla. En aquel momento, la ofensiva empresarial y mediática del estadounidense Harvey Wiley —realizada desde 1912— precipitó la descocainización. Desde entonces, únicamente se usan las hojas de coca como saborizante y la famosa bebida ha perdido sus antiguas cualidades estimulantes. Perú y Bolivia fueron siempre su fuente principal de materia prima. La demanda, pese a todo, cada vez es menor. En 1985, Coca-Cola compró más de 500 toneladas de coca a Bolivia. En 1995, fueron tan sólo 204. Hoy, Colombia ha entrado en dura competencia de mercado con estos otros dos países.

Años antes, el vino francés Mariani —elaborado por Angelo Mariani en 1863— había vivido un proceso similar al de Coca- Cola. Su contenido de cocaína lo convirtió en la preferencia de reyes, magnates, artistas y estadistas. Tanto fue así que se comercializó con éxito en Europa y en Estados Unidos. Incluso el Papa León XII condecoró al producto con la medalla de oro del Vaticano.

Pero, como ocurrió con la Coca-Cola, llegaron las prohibiciones y el magistral vino —que contenía 0,12 gramos de cocaína por cada 28 de licor— terminó por desaparecer. En Bolivia, Evo Morales habló más de una vez de la existencia actual de un trago en el exterior elaborado a base de hoja de coca. Sin embargo, no dio más detalles.

Una tradición milenaria

Pero las anteriores son fechas recientes, ya que el empleo de la coca va mucho más allá de los siglos XIX y XX. Así lo demuestra, al menos, un reciente descubrimiento de hojas de coca con más de 500 años de antigüedad. El hallazgo ha venido de la mano del proyecto Chullpa-Pacha, de arqueólogos finlandeses y bolivianos, que examinaban una tumba en el sitio de Tara Amaya (provincia Los Andes). Casi fue una casualidad, porque estuvieron a punto de echar a la basura las hojas de coca que acababan de encontrar. En un primer momento, no se dieron cuenta de qué se trataba. Y es que éstas estaban negras, conformando una masa bastante homogénea, ocultas y apelmazadas entre el barro. Con todo, a pesar de las inclemencias del paso del tiempo, la descomposición y los robos, se habían conservado. “Según la datación relativa que hemos realizado, los túmulos corresponden al período entre el 1200 y el 1500 d.C.”, dice Jedu Sagárnaga, arqueólogo de profesión.

Es sólo un puñado de hojas que seguramente formaba parte del ajuar de uno o varios de los difuntos, pero que realmente está haciendo historia. “Nunca antes se había hallado coca en estas condiciones”, añade Sagárnaga. Eso da idea de que la coca se impuso mucho antes de la conquista española, pero probablemente tan sólo entre las altas castas sacerdotales. “Todo apunta a pensar en el uso de la coca en la época precolombina. Aunque el empleo masivo vino con la llegada de los españoles, cuando vieron sus propiedades de adormecimiento y multiplicaron la producción, sobre todo en los Yungas. De esta forma, se generalizó el consumo en las minas de Potosí y la coca se implantó en las capas sociales indígenas”.

Los otros productos

Muchas cosas han cambiado desde entonces. Ahora, la coca intenta abrirse nuevos mercados gracias a los productos derivados. Así, empresas como Ban-Llo, en La Paz, han tratado alguna vez de lucrarse con actividades enfocadas a ese campo. Pero a Ban-Llo, fábrica que dirigió Esteban Castrillo, no le funcionó la iniciativa y se vio obligada a cerrar. Su dentífrico Co-dent no tuvo éxito. Sus cosméticos, tampoco. Y el chicle, promocionado por el mismo empresario pero por distinta empresa, no estaba bien acabado y recorrió similar camino. Sin embargo, todos coinciden en que se han abierto puertas para apuntar ya hacia la introducción de la coca en otras modalidades. Entre ellas, medicinas, ungüentos y pomadas.

Precisamente, la tan mencionada Coca-Cola comenzó antaño a modo de elixir. En 1885, un farmacéutico de Georgia, llamado John S. Pemberton, creó un jarabe alcohólico con extractos de coca que hacía las veces de tónico estimulante. Al año, sustituyó el alcohol por extracto de nuez de cola, poniéndole el nombre de Coca-Cola. Por fin, en 1888 se le añadió agua carbonatada y en 1891 Asa Candler compró los derechos para fundar después, en 1892, la Coca- Cola Company en Atlanta. Hoy, no existe país donde la Coca- Cola no tenga una fuerte presencia.

Y no es de extrañar la importancia terapéutica de la hoja de coca, ya que se le atribuye un sinfín de propiedades. Su alcaloide —la cocaína—, aislado en 1858 por Niemann y Walter, se empleó en la medicina primero como efectivo anestésico y más tarde para la desintoxicación de heroinómanos.

Los expertos han catalogado las virtudes de la hoja en su estado natural, sin necesidad de grandes transformaciones. Según investigaciones etnobotánicas de 1997 dirigidas por médicos, químicos y biólogos del Centro de Estudios de Plantas Alimenticias y Medicinales de la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco en el Perú, la planta tiene muchas propiedades demostradas.

Estas son algunas: afrodisíaca, adelgazante, alucinógena, analgésica, anorexógena —quita el hambre—, antiasmática, antiemótica — contiene el vómito—, antiestrés, antiulcerosa, antipirética —baja la temperatura—, antiprurítica —combate la picazón— y astringente. No es todo, el estudio menciona otras cualidades más. Pero, ésta no es la única investigación que existe sobre la coca. Hay muchas más y se diferencian, sobre todo, en cuántas propiedades han hallado en la hoja. Unas hablan de mayor número de virtudes y otras, más bien, de un número muy limitado. Un tema, por cierto, polémico.

En cuanto a los valores nutricionales de la coca, la universidad peruana detectó altos niveles de calorías, proteínas, calcio, hierro, fósforo, vitamina A, vitamina E, vitamina B1 y B2, vitamina C y Niacina. ¿Es cierto que éstos superan los aportados por la papa, la yuca, la quinua, el maíz y otros productos? Según esa investigación, sí. Pero, una vez más…es un tema muy urticante.

En todo caso, la coca sirve como elemento parcial en la preparación de ciertos medicamentos y platos.

Y, como cuenta la leyenda, parece que fueron los mismos conquistadores quienes se buscaron su propia ruina frente al polvo blanco. La maldición decía: “Cuando el conquistador blanco tocar la hoja de coca, sólo encontrar en ella veneno para su cuerpo y locura para su mente y cuando la coca intente luego ablandar su corazón, sólo lograr romperlo como cristales de hielo demoler las montañas”.

Así, por la relación nefasta tejida entre la cocaína y la coca, hoy hasta un mate es visto con malos ojos

Fuente: Álex Ayala • Fotos: Ayzar Raldes /Fernando Cuéllar / Jamil Chávez Coca: Las curiosidades de una hoja/ La Razòn – La Paz, Bolivia – (Posted on Jan-26-2003)
Links: www.latinoseguridad.com/. ../Drogas/Coca.shtml
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Experiencia Piloto Mapuche Audiovisual

Publicado en Arte el 28/01/2006 por admin

Afiche TallerEl proyecto denominado Experiencia Piloto Mapuche Audiovisual es una iniciativa de profesionales de Comunidad Ser Indígena que se propone implementar un Plan Piloto de formación a monitores de comunidades indígenas en el manejo de cámara de video y registro de sus propias actividades, costumbres y ceremonias.

Esta propuesta, cuenta con el apoyo del Fondo de Fomento Audiovisual (CNCA) y nace de la necesidad de rescatar visualmente (por ellos mismos) las ceremonias que realizan y determinar cuándo deben ser vistas por personas ajenas a las comunidades indígenas. Esta inquietud se recoge en reuniones realizadas entre comunidades y la organización (ONG) Comunidad Ser Indígena y cuenta con el apoyo del Departamento de Cultura de la Municipalidad de Futrono y del concejal César Sanhueza, quien se acercó a Ser Indígena con el fin de establecer nexos para apoyar a las comunidades de Futrono en el rescate y valoración de sus expresiones culturales.

El proyecto propuso un curso intensivo de manejo de cámara, el que se desarrolló en el mes de enero recién pasado. La monitora del «Taller de Manejo de Cámara», Claudia Serrano, junto a los profesionales de apoyo de Ser Indígena realizaron reuniones previas en las que se inscribieron personas indígenas de las comunidades y particulares ligados a esta práctica artística y comunicacional.
Cabe señalar que inéditamente se sumaron a la iniciativa jóvenes mapuche de enseñanza media que en general se mantienen aparte de las actividades de las comunidades, produciendo un impacto favorable entre las comunidades.
Entre los ejercicios del taller se realizaron registros de la navegación a Isla Huapi, las calles de Futrono, huerto comunitario de una asociación de mujeres mapuche, entre otros.

En el acto de cierre los participantes y familiares se mostraron conforme con lo avanzado y esperan que la iniciativa continúe con otras como: taller de telar y mapudungun.

El curso se desarrolló entre el 16 y el 27 de enero, en el recinto de la Escuela Balmaceda de la ciudad de Futrono. Las comunidades convocadas y que tuvieron la oportunidad de participar fueron: Comunidad Indígena de Maihue (Maihue), Comunidad Indígena Bernardo Vera Pichinguen de Hueinahue (Hueinahue), Comunidad Indígena Isla Huapi (Isla Huapi), Comunidad Asociación Indígena Victoriano Pitripan (Caunahue), Comunidad Indígena Francisco Llanquel (Futrono), Comunidad Indígena Mapuche de Huequecura (Chollinco), Comunidad Indígena Victoriano Pitripan de Huequecura (Huequecura), Comunidad Indígena José Leal Neiman (Futrono), Comunidad Indígena Fermín Chocano (Futrono), Comunidad Indígena Kiñewen (Curriñe – Chabranco).

Contacto:

Comunidad SER Indígena: ong@serindigena.org

Ejecutora proyecto: csantos@serindigena.org

Monitora curso: serra_clau@yahoo.com

Copyright:revista.serindigena.cl

Bartolina Sisa: Guerrillera Andina y Ancestral

Publicado en Mujer el 27/01/2006 por admin

Bartolina SisaEn las historias de los pueblos hay personas que con sus acciones han plasmado de fuerza y heroísmo los momentos de conflicto. Seres que siguen vivos en la memoria y el presente de los pueblos. Es el caso de Bartolina Sisa, guerrera aymara que luchó contra la opresión occidental, cuya vida es hoy testimonio de la fortaleza de las culturas ancestrales. Una forma de recordarla es a través del Día Internacional de la Mujer Indígena que conmemora su muerte ocurrida un 5 de septiembre hace 223 años.

Una mujer, un nombre, un momento en el tiempo de las guerras. Es Bartolina Sisa recordada y admirada por todos los pueblos originarios de América por el ejemplo de fortaleza y valentía, que se manifiesta en su presencia en la lucha de los pueblos andinos contra los abusos de los españoles.

Rogativa mujeres aymaraUna de las formas de homenajearla es a través del Día Internacional de la Mujer Indígena, establecido en el año 1983 durante el II Encuentro de Organizaciones y Movimientos de América en Tiwuanacu, Bolivia. La fecha escogida fue el 5 de septiembre, el mismo día en que siglos atrás, fue asesinada Bartolina Sisa, pues en su muerte se resume su vida y la vida de miles de mujeres indígenas: luchar por la existencia y la libertad de los pueblos ancestrales.

Bartolina Sisa pudo ver desde muy joven los atropellos que se cometían con las poblaciones indígenas. Esto porque recorría junto a sus padres, José Sisa y Josefa Vargas, diferentes comunidades, ayllus y pueblos por el comercio de la hoja de coca. Ella se dedicaba a tejer, arte ancestral que había aprendido de su madre, por lo que vendía sus trabajos en los distintos lugares a los que llegaban.

Sobre su nacimiento existe dos versiones: el 24 de agosto de 1753 en la comunidad de Sullkawi; y el 12 de agosto de 1750 en la comunidad de Qara Qhatu (en la ahora provincia de Loayza del departamento de La Paz en Bolivia). Pero más allá de fechas y calendarios, lo que ha quedado grabado en los pueblos originarios, hasta hoy, es su convicción de acabar con los maltratos y ultrajes cometidos por los españoles contra sus hermanos indígenas.

Un hecho fundamental fue su encuentro con Tupak Katari, joven aymara que sería su esposo, y con el que compartía la misma convicción ante la contingencia que vivían. Tenían la necesidad de encontrar un camino para liberarlos y restaurar las naciones originarias del pueblo aymara y quechua. Ambos se encontraron con Tupak Amaru y su esposa Micaela Bastidas, dos guerreros incansables en busca del mismo propósito de libertad para sus pueblos y que lideraban el grupo de los quechuas y afrodescendientes .

A partir de ese momento deciden elaborar una estrategia de acción al que se suman miles de indígenas. De esta manera, estalla la insurgencia aymara-quechua en febrero de 1781. En esos instantes Tupak Katari es proclamado Virrey del Inca y Bartolina Sisa es elegida Virreina. Ella ha ingresado al ejército aymara de liberación, guiado por su esposo. Con esto se inician una serie de acciones tendientes a liberar a miles de indígenas, los cuales en algunas zonas se levantan en contra de los españoles.

Un hito durante esta guerra fue el cerco realizado a la ciudad de La Paz que comenzó el 13 de marzo de 1781 y se extendió por 109 días, y en el que participaron 40 mil aymaras y quechuas. En esas instancia Bartolina asume un rol muy activo, dirigiendo batallas junto a su esposo y quedando sola a cargo del ejército aymara el 22 de marzo de ese mismo año. El intento por capturar a Bartolina fue inútil y el triunfo fue para el ejército andino.

No fueron las armas, ni las batallas lo que hicieron caer a Bartolina Sisa y Tupak Katari, sino la traición. El 2 de julio de 1781, mientras ella se dirigía al campamento de El Alto de Pampajasi, sus acompañantes la apresan y la entregan a Sebastián Segurola como prisionera de guerra. Es llevada a La Paz donde es recibida con pedradas. Bartolina es torturada, pero se la mantiene con vida para capturar a Tupak Katari. Él también será traicionado y el 14 de noviembre de ese año es asesinado.

El 5 de septiembre de 1782 Bartolina es sentenciada a muerte, junto a Gregoria Apaza. Son torturadas, vejadas y paseadas desnudas, atadas a la cola de un caballo y con una corona de espinas, por las calles de La Paz. A Bartolina le cortan los pechos y le arrancan la lengua. Luego es ahorcada y descuartizada. Su cabeza y extremidades son llevadas a los distintos lugares en los que ella luchó para amedrentar a las comunidades andinas. Su cabeza fue dejada en Jayujayu-Marka (actual provincia de Aroma del departamento de La Paz) y sus extremidades llevadas a la comunidad de Tinta-Marka (hoy territorio peruano).

Estos hechos, plasmados en la vida de una mujer, resumen la historia vivida por los pueblos americanos con el arribo de los españoles. Al mismo tiempo, la actitud y entrega de Bartolina contienen la actitud y el ejemplo de miles de personas pertenecientes a los pueblos ancestrales. Es por ello, que los reconocimientos a su vida no se han detenido. En el mes de julio de 2005 el Congreso Nacional de Bolivia declaró a Bartolina Sisa y Tupak Katari, heroína y héroe nacional, en reconocimiento por su incansable lucha durante el siglo XVIII. Este proyecto fue impulsado por el senador aymara Esteban Silvestre, del Movimiento al Socialismo (MAS).

De esta manera, la figura de Bartolina Sisa, llamada también Mama T´alla (nombre dado a las mujeres con autoridad, luchadoras y guerreras), se yergue en el presente de los pueblos originarios como un referente, una palabra, una expresión de lucha por su cultura. En su nombre, se contienen los normes de todas las mujeres y hombres indígenas que llevan, como ella, una misión por sus pueblos: que el silencio no caiga sobre las culturas ancestrales americanas.

Machi Hermenegilda Huentelao

Publicado en Costumbres el 16/01/2006 por admin

Machi HermenegildaTiene 87 años y lleva su sabiduría y poder curativo a través de sus viajes. Se viste con toda la indumentaria que su alto rango dentro de la comunidad demanda: chamal negro (vestido), delantal rosado de satín; trapelakucha (prendedor pectoral), chaguay (aros tradicionales) y trarilonco de plata antigua, combinado con cintas en forma de escarapella en la frente. Está ligada familiarmente a la comunidad mapuche de Reñaca Alto, donde vive su sobrina.

En su último viaje visitó al Ministro de Cultura y dialogó con los funcionarios del Consejo. Hizo una rogativa especial para ellos, para que la función que realizan la ejecuten con sabiduría y disposición. También atendió a enfermos que le llevaron su orina, en la que leyó la enfermedad que les aquejaba y recomendó sus preparados de hierbas, de las cuales no da nombres ni otras señas… sólo que las hierbas medicinales las recoge su hijo en el campo, porque ella ya está vieja para ir personalmente a buscarlas.

Con posterioridad la visitamos en su casa de Temu Lemu 2, como llama la comunidad al lugar denominado La Unión, distante a 8 kms. de Traiguen, su nuevo hogar. Muchos problemas se observan allí: desforestación de árboles nativos, aunque se percibe claramente las plantaciones de eucaliptos de una forestal cercana. Pequeños «temus» se arrinconan a los cerros y quebradas, como tratando de sobrevivir aún. Temu Lemu en mapudungun significa «bosque de lemus», los que ahora son un recuerdo lejano, como el temu a la subida de los cerros, donde aún no ha sido cortado para leña o para ocupar estos terrenos en maderas rentables y que depredan la tierra, como el pino y el eucaliptus.

Ahí está doña Hermenegilda, con sus trenzas atadas a la espalda, con su rewe en el patio de la casa (bastante nueva y de diseño occidental en el exterior, aunque absolutamente mapuche en su disposición interior), esperándonos. Nos hace pasar y nos relata su situación personal: que ha estado muy enferma, que ha debido recurrir a unas potentes inyecciones de penicilina, que hay muchos problemas como el agua. Nos reafirma su esposo de 85 años, que desde que les dieron estas tierras donde ahora viven, han sufrido muchas adversidades, como que escasea el agua desde la primavera al verano, que es terrosa y que los motores que la hacían fluir, ya no sirven, que la propia comunidad ha decidido no arreglarlos para que cada uno se arregle con el tema en forma familiar.

La historia es que lucharon por tener títulos de las tierras que los vieron nacer: Temu Lemu, unos 20 Kms. hacia el oeste, pero que finalmente el Estado, a través de CONADI les ofreció estas a cambio. Ahora son dueños, pero faltan muchas cosas que antes tuvieron. Ya no crían chanchos, no hay de donde sacar leña, cada vez queda menos, escasea todo, menos la sabiduría y el desempeño de la machi. No en todas partes hay machis en tierras mapuche. Por lo tanto la machi Hermenegilda representa una gran fortaleza de estas comunidades y del sector mapuche de la zona.

Las machis reciben el llamado de dos formas. Una, por medio del «perrimontun», que es una señal. Por ejemplo: se les atraviesa una culebra en el camino; encuentran un kultrun esperándolas en un sendero o la kuka (garza blanca) se les aparece. Son señales que un hombre o mujer mapuche no pueden ignorar. La otra forma es a través del «peuma» o sueño, en el cual son llamadas por el Chao Ngnechen (Dios Padre) a ejercer esta misión en la tierra. Esto último es lo que le sucedió a Hermenegilda. «Tendría unos 16 años cuando fui llevada arriba» e indica el cielo… «allá al wenumapu, entonces me hablaron, que sería machi. Así fue como supe y desde allí he sido machi».

Y sí que se le nota. En su búsqueda visitamos Temu Lemu, porque desde Traiguen nos orientaron hacia allá (nadie conocía Temu Lemu 2). Después de recorrer unos 13 kms. nos encontramos sobre una meseta, sorpresivamente con unas ramadas y un imponente rewe con banderas caídas ya por el temporal último. Era un sitio ceremonial de reciente uso. Se percibía en el lugar una gran fuerza, un silencio especial que nos mantuvo en meditación largo rato. A lo lejos se divisaban unas casas más o menos reunidas, que luego supimos era Temu Lemu. Al llegar, después de preguntar por la machi en la casa que antiguamente vivió, nos encontramos con otro sitio ceremonial, esta vez muy cerca de las casas y la escuela. Estaba constituido por una gran ramada y un rewe, que en su cúspide ostentaba una cruz tosca incluida entre los canelos, cueros de oveja y banderas dañadas por la lluvia y los temporales. Se reconocía su reciente uso, seguramente para el Wetripantu, año nuevo mapuche, coincidente con la fiesta occidental de San Juan, el 23 de junio.

La machi había dejado su impronta en las vastas tierras, despojadas, occidentalizadas, chilenizadas a toda costa. Pero allí, aún estaba la fuerza ancestral de la machi, de Hermenegilda Huentelao Queupu. Por eso se concluye y ella lo sabe que es necesario entregar su sabiduría. Dice que ha tenido ayudantes de machi, que les ha enseñado sus conocimientos.

Nos ponemos de acuerdo: a ella le gustaría mucho ir a otras tierras mapuches, conversar con las comunidades, enseñarles y también atender a los enfermos. Quedamos comprometidos. La invitamos a la zona de Valdivia, allí encontrará tierra fértil para sus enseñanzas, aprovechará de descansar y practicar la amistad. Este gesto será devuelto por los beneficiados quienes irán a la fiesta que ella preparará con motivo de la renovación del rewe, porque está muy viejo, nos dice. Eso será para «purísima», el 8 de diciembre, y la fiesta durará 2 días, aclara su esposo. Aprovecharemos de ayudarla con el tema del agua, a levantar las estructuras del pozo, habilitar un estanque sobre el árbol aledaño, y de paso vivir una experiencia inolvidable y trascendental en nuestras vidas. Es la red que comienza a mover voluntades, nos decimos, como Comunidad Ser Indígena y nos vamos satisfechos, no sin antes recibir los abrazos y que la machi nos llame hermanos que es lo mejor del día.

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Karukinká La Tierra de los Selk’nam

Publicado en Costumbres, Historia el 15/01/2006 por admin

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14 Según la tradición oral de los Selk´nam, sus antepasados habrían llegado a Tierra del Fuego desde tierras situadas al norte del estrecho de Magallanes. Era un grupo de hombres que buscaban animales y se desplazaron por pasos limitados por grandes extensiones de agua. A esta tierra la llamaron Karukinká y en ella permanecieron largo tiempo cazando y luego regresaban a su tierra de origen. Una vez en Karukinká se produjo un cataclismo con relámpagos y truenos, junto con lluvias torrenciales. Este fenómeno duró varios días.

Una vez que el clima se calmó, la lluvia cesó, las familias intentaron regresar a su territorio pero no encontraron los pasos por los que habían llegado, pero no encontraron los pasos que unían ambas porciones de tierra: las aguas los habían sumergido. Esa vez quedaron separados para siempre del resto del continente americano. Pese al profundo sentimiento de todas esas familias aisladas con sus poco enseres, en el nuevo territorio lograron aclimatarse y adaptarse a los recursos naturales que les ofrecía Karukinká, dando origen a un nuevo pueblo.

Fuente: Massone, Mauricio (1982) Cultura selknam (ona). Serie Patrimonio cultural chileno. Colección culturas aborígenes. Departamento de Extensión Cultural del Ministerio de Educación. Empresa Industrial Gráfica, Barcelona. Santiago. Chile.

La Leyenda del Nguilliú o Piñón

Publicado en Costumbres el 06/01/2006 por admin

fotooaraucarias Me gustaría poder compartir esta pequeña leyenda sobre uno de las semillas más nutritivas de la Patagonia, con propiedades medicinales también. El Piñón, es la semilla perteneciente al árbol más característico de toda región noroeste de la Patagonia, la Araucaria araucana o Pehuén. La historia comienza así:

. “Antes mucho antes del que el huinca viniera por estos lados, hubo un invierno muy frío. Casi no había más comida. Se moría la gente de hambre. Había desaparecido el pudú, el choique, el luán. No se sabía donde se habían escondido. Los coná (jóvenes) salían a buscar animales y algunos hasta morían en el viaje.

Entonces se reunieron todos los Lonkos., mandaron delegaciones para pedir ayuda lo poco que traían era repartido. Al tiempo volvió un coná. Traía nguilliú. Dijo que cuando estaba en la cordillera se encontró con un anciano; el coná le contó lo que le estaba pasando a su gente, el viejito le preguntó por que no se alimentaban con los piñones, que esa era la verdadera comida que Nguenechén había enviado.

Después el cona no supo más del fucha huentru que desapareció entre la nieve. Se reunió toda la gente a escuchar la novedad y uno dijo que ese era un mandado de Nguenechén.

Buscaron todos los piñones que pudieron hallar, los juntaron y comieron e hicieron una gran rogativa para agradecer a Nguenechén. Desde entonces cuando se hace Nguillatún el Rehue se pone en el pehuén y se toma chafi.

El Pehuén es un árbol siempre verde de 30 m de alto con una copa aparasolada, con ramas largas y cilíndricas cubierta de hojas escamosas y punzantes en espiral.

Cada árbol femenino produce alrededor de 200semillas castaño claras.

Es posible encontrarlo en suelos volcánicos en el Parque Nacional Lanín en Argentina y desde Nuble hasta el volcán Villarrica en Chile . Las comunidades mapuches, con las semillas secas y cocidas, hervidas en agua, entre las brasas preparan una sopa mezclándola con la harina molida y agua y luego se cocina. En cambio con las semillas crudas y molidas se prepara un pan llamado “canuto”. Su valor nutricional es alto, de cada 100 gramos de piñones se obtiene 179 calorías, presentando minerales como el fósforo, potasio, calcio, o aminoácidos como tiamina y riboflavina.

Medicinalmente, la resina del pehuén es utilizada por los araucanos contra fiebres, lumbago y úlceras. También es usada en cataplasmas como cicatrizante de heridas.

Colaboración de: Pilar Cimato. Profesora en Ciencias Biológicas, especializada en todo lo que se refiere a salud y medioambiente. pilarc31@yahoo.com.ar